Cada vez hay más carreteras (aunque el estado de las vías en España no es el mejor). Pero a veces es necesario conducir por un camino de tierra, que debido a la lluvia se ha convertido en un barrizal. Es fácil quedarse atrapado o sufrir una avería.
- Conduce despacio. Es menos probable que te deslices si te tomas el camino con calma. Muévete con marchas bajas, para controlar mejor la situación.
- Nunca aceleres a fondo. Lo único que conseguirás es que las ruedas giren más rápido y se formen surcos más profundos. Resultado, el barro se pega más rápidamente en las ruedas y se hará más difícil realizar cualquier otro movimiento.
- Sin duda, lo mejor para moverse en el barro es la tracción total. Luego, hay quien prefiere la tracción delantera ya que el peso del motor está sobre la tracción, es mejor poder orientar las ruedas para que salgan en la dirección más conveniente y es más efectivo tirar que empujar. Si tienes un vehículo con propulsión trasera, conviene cargar el maletero para que haya más peso sobre el eje trasero que mueve el coche. Quienes prefieren esta tracción aseguran que es mejor para salir cuando uno queda atascado, ya que a base de contravolantear de un lado para otro es fácil que el coche acabe cogiendo tracción en las ruedas traseras y salir del atolladero (pero te dejarás bastantes neumáticos en la operación.
- Huye de los surcos y roderas. Busca las zonas más compactas para ajustar tus neumáticos, las zonas altas de la carretera. Los surcos son más húmedos, y por eso resultan más fangosos y resbaladizos.
- Procura pisar poco los frenos. En general, es mejor maniobrar poco con los pedales. Si vas hacia abajo, vete hacia los lugares más llanos o, simplemente, muévete despacio. No pises el freno para reducir la velocidad, juega con las marchas.
- Si te quedas atascado en el barro, lo mejor es calmarse. Antes de hacer nada, sal del vehículo. Fíjate en la disposición de la tierra para ver cuál la forma más fácil de salir de allí. Normalmente es hacer una salida llana: Coge piedras, troncos pequeños, o grava de la parte de atrás y haz un camino para conseguir que los neumáticos queden lo más cerca del «camino» como sea posible (céntrate en las ruedas traseras si tienes tracción trasera). Pero sal despacio (no aceleres mucho, recuerda la primera norma), moviendo el coche muy poco a poco hacia adelante. Mueve el volante despacio, hasta que los neumáticos se agarren al suelo. Es posible que no salgas a la primera y tengas que ir cambiando la disposición de los objetos que has colocado en las ruedas motrices. No desesperes, que acabarás saliendo. Paciencia.
- Lleva siempre un teléfono móvil en el coche. Como último recurso, siempre podrás llamar y pedir auxilio.
Foto: Carstruckgirls