Ya hablamos hace unos días sobre el espectacular incendio surgido a bordo del Felicity Ace, el buque carguero que llevaba a bordo alrededor de 4.000 coches, entre ellos bastantes Porsche, además de Bentley, Lamborghini y Volkswagen. Y lo decimos en pasado, porque finalmente se ha hundido y toda su carga se ha perdido bajo el mar. El incendio había sido controlado y el siguiente paso era remolcar el barco a una zona segura, pero durante ese proceso se ha ido a pique.
Durante la mañana del 1 de marzo, el Felicity Ace se hundía a unas 25 millas náuticas (lo que equivaldría a 46 kilómetros) del límite de la Zona Económica Exclusiva de Portugal, en un área que ronda los 3.000 metros de profundidad. Así lo ha reportado la Marinha Portuguesa, que ha estado controlando la situación por la proximidad a sus aguas y sigue monitoreando el barco hundido. Los coches nunca llegarán a Estados Unidos, que era su destino tras haber partido de Emden (Alemania).
Eran alrededor de 4.000 coches los que viajaban a bordo del buque carguero, la mayoría de alta gama. Se han reportado 1.100 unidades de Porsche, a lo que habría que sumar 189 de Bentley, un puñado de Lamborghini. Se completaría el lote con más ejemplares de Audi y de Volkswagen. Los clientes que habían comprado estos vehículos ya están recibiendo el aviso de su pérdida y el proceso tendrá que comenzar desde el principio, desde la fábrica hasta el transporte.
Las pérdidas para Grupo Volkswagen van a ser cuantiosas, se estiman alrededor de 400 millones de dólares solamente en los coches, sin sumar el coste del barco. También hay que contar con las consecuencias a nivel medioambiental de este naufragio. Se ha atisbado una mancha de aceite en la zona, pero no queda claro si se han vertido las miles de toneladas de combustible y aceite que llevaba a bordo. Tampoco se sabe si las baterías y otros componentes eléctricos de los coches pudieran tener un efecto grave en el área.
Fuente: Marinha Portuguesa