Un consorcio formado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y tres firmas españolas (el Instituto Tecnológico de Óptica, Color, e Imagen; el Grupo Ficosa, Tedesys y GreenLight) han diseñado un primer prototipo de retrovisor bautizado como «Pleno 3D», que posee un monitor en el interior del coche capaz de mostrar una imagen en tiempo real de lo que sucede en el exterior. Este proyecto, además, cuenta con el apoyo económico del Ministerio de Economía y Competitividad y el Feder (Fondo Europeo de Desarrollo).
Este sistema pretende sustituir los actuales espejos laterales de los coches por una cámara plenóptica en 3D, colocada en el exterior y que reproduce automáticamente una imagen tridimensional en un monitor, ubicado en el interior del vehículo.
Según los propios investigadores la ventaja de este sistema radica en que con la utilización de una cámara plenóptica en lugar de una tradicional, se podrán obtener datos mucho más reales en cuanto a la distancia a la que se encuentran los diferentes objetos, los vehículos o incluso los peatones y permitirá facilitar algunas maniobras como el aparcamiento o los adelantamientos, entre otras.
Cuando los seres humanos analizamos las imágenes que obtenemos a través de la vista, estas pierden profundidad y precisión cuando los objetos se reflejan en un retrovisor convencional. Por ello, y para mejorar la calidad de estas imágenes, los investigadores están apostando por este tipo de cámaras capaces de reconstruir nuestro entorno tridimensional a través del uso de diminutas lentes capaces de captar multitud de imágenes en diversos ángulos y movimientos. El conjunto de todas estas imágenes ofrecerá una única imagen en 3D en la que se podrá observar una misma escena desde distintas posiciones y perspectivas.
Este revolucionario espejo retrovisor pretende mejorar la seguridad al volante y reducir en gran medida el número de atropellos, sobre todo, dentro de las grandes ciudades. Hasta ahora, solo se fabricaban cámaras para facilitar algunas maniobras como el aparcamiento, pero todavía no existía ningún sistema que te permitiese conocer el tamaño «real» del objeto que muestra el retrovisor y su distancia a nuestro coche.
Fuente: CSIC