No se cansa la clase política de pedirle esfuerzos al populacho. Los recortes en todos los servicios públicos son imprescindibles para el buen devenir del país, sumido en la crisis económica más importante desde la gran depresión. El argumento del miedo; el miedo al rescate, a la bancarrota, al colapso de servicios básicos, es el argumento que nuestros gobernantes utilizan para robarnos la cartera y los derechos. Debemos ser los únicos obligados a hacer sacrificios y es que la casta política no está dispuesta a perder ni uno solo de sus privilegios.
Aunque, cuando ocupaba el puesto de líder de la oposición, Mariano Rajoy, apostaba por la reducción del parqué de coches oficiales, su postura ha cambiado radicalmente cuando se ha visto con las llaves del vehículo en la mano. Según las previsiones de los Presupuestos Generales del Estado de 2012, ningún alto cargo del Ejecutivo popular ha rechazado el coche oficial.
El número de vehículos que se usarán para los desplazamientos de altos cargos pasará de 866 a 864, una reducción mínima, seguramente por el fin de la vida útil de alguno de los vehículos. Fuentes del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas niegan tener constancia de la existencia de algún pan para reducir el número de coches, así como algo similar en los kilómetros de desplazamiento o el gasto en combustible.
La decisión del Gobierno central contradice la iniciativa de Comunidades Autónomas como Cataluña, que subastará 42 coches oficiales, entre ellos 37 Ford Mondeo Sedan, siguiendo el ejemplo de Castilla-La Mancha, Galicia y Navarra.
El Parque Móvil del Estado prevé que en 2012 sus vehículos recorran 11.090.000 kilómetros, una cifra casi igual a la del número de kilómetros completados en 2011, que fue inferior en un 7,4 % a lo que para ese año presupuestó el Gobierno socialista saliente.
Vía: Interviú