Las multas en nuestro país, para bien o para mal, son iguales para todo el mundo. No pasa lo mismo en otros países, como es el caso de Noruega, que las multas se pagan en función de los ingresos de la persona multada. Esto significa que si eres sumamente rico, tu sanción puede llegar a ser sumamente elevada. Esto mismo le pasó a una joven noruega recientemente.
Katharina G. Andresen es una chica de 22 años que está en la lista de personas más acaudaladas del mundo de su edad. Se convirtió en multimillonaria cuando tenía apenas 11 años cuando su padre, Johan Henrik Andresen, le cedió un 42% de las acciones de su empresa (al igual que a su hermana pequeña Alexandra). En total la fortuna de esta joven se estima en más de 1.200 millones de euros.
Pues Katharina G. Andresen iba conduciendo su Audi y dio positivo en un control de alcoholemia. La joven, con un nivel de alcohol en sangre de 0,06 g/l no habría dado positivo en nuestro país (límite de 0,5 g/l en sangre y 0,25 mg/l de aire aspirado). Pero Noruega es uno de los países más restrictivos en este aspecto y allí triplicaba la tasa establecida de 0,02 g/l. El resultado es que se le ha impuesto una multa de más de 25.000 euros (250.000 coronas noruegas).
Aunque pueda parecer una suma abultada, lo cierto es que han sido benévolos con ella. Si hubieran tenido en cuenta su patrimonio, la multa podía haber superado los 4 millones de euros. Las autoridades han determinado que Andresen es estudiante y todavía no tiene ingresos fijos ni obtiene beneficio de sus bienes. En circunstancias normales la multa suele ser de una cantidad correspondiente a 1,5 veces el salario bruto de la persona.
Finalmente Katharina, una de las personas más ricas del país tendrá que pagar la primera multa y se le retiró el carnet de conducir durante 13 meses. La joven ya ha pedido perdón públicamente.
Fuente – The Guardian