Llega el verano y con él los viajes largos. Según datos de la DGT es la época en que más se realizan este tipo de desplazamientos y en 2021 se espera que sean todavía más debido a las restricciones a la movilidad en la primera mitad del año.
En un viaje de este tipo todas las precauciones son pocas. Todos los que viajamos con la familia lo sabemos y procuramos tener nuestro coche revisado para no tener sustos en el camino y organizar el trayecto de la mejor manera posible. Pero también la tecnología consigue que un viaje largo sea más seguro y placentero. Nos referimos a los sistemas ADAS.
¿Qué son los sistemas ADAS?
ADAS significa Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (por sus siglas en inglés). No hablamos de conducción autónoma, sino de tecnología que ayudan al conductor y evita accidentes. A partir de 2022 los coches nuevos tendrán que montarlos de manera obligatoria. Solamente en la Unión Europea se calcula que su uso masivo evitarán alrededor de 25.000 muertes y 140.000 heridos graves hasta 2038.
Estos ángeles de la guardia pueden “ver” qué ocurre en torno al vehículo y recopilan esa información para que el ordenador central del coche la analice y actúe en consecuencia. Podemos encontrar sistemas ADAS en el parabrisas y en otras zonas del coche, como paragolpes, y son de distintos tipos:
- Cámaras: El más obvio, pueden estar en distintos lugares (como por ejemplo los retrovisores) para formar distintas visiones del coche. Mide ángulos y el ordenador puede entender lo que envían a ellas siempre que se haya programado. No son suficientes pues se ensucian, no van bien en condiciones adversas…
- Radares: Son capaces de detectar objetos estáticos o en movimiento, hasta 250 metros de distancia. No les influye la meteorología o la luz que haya, pero no reconocen formas. Suelen ubicarse la parrilla delantera del coche.
- Sensores ultrasonidos: Ideales para reconocer el entorno más próximo al coche, por lo que son los que emplean los asistentes de aparcamiento. Están normalmente en el paragolpes: envían un impulso de ultrasonido que rebota en los obstáculos y luego el coche registra el eco.
- Sensores de vídeo: Son cámaras capaces de reconocer objetos y las más novedosas lo hacen en 3D, por lo que pueden determinar a qué distancia están, saber si es un vehículo, peatón, ciclista o animal… y hasta distinguir letras o números en señales de tráfico. Suelen estar en el centro superior del parabrisas, que es la zona con mejor visibilidad.
- Sensores láser (LIDAR): Por ahora poco empleados por su alto coste, pero la conducción autónoma del futuro dependerá de ellos pues miden en 3D con gran precisión.
Para que funcionen correctamente los sistemas ADAS han de mantenerse en buen estado. Esto implica esmerarse en la limpieza del parabrisas y realizar calibraciones cada cierto tiempo para comprobar que los datos que miden son correctos y, obviamente, cuando te toque cambiar la luna del coche porque se haya roto.
¿Cómo ayudan los sistemas ADAS en un viaje?
Los sistemas de ayuda a la conducción hacen algo que los humanos no: conservan el nivel de atención en todo momento. Esto resulta vital en un viaje largo, cuando el cansancio (sobre todo en verano con más deshidratación), comienza a hacer mella. Y es que incluso realizando paradas frecuentes, la hipnosis de la carretera acecha y los peligros no se perciben con la misma rapidez.
Existen más ADAS de los que citamos aquí, pero estos son los que más ayudan en un viaje largo:
- Control de crucero adaptativo (ACC, Adaptive Cruise Control). El control de velocidad permite que programes una velocidad y puedas descansar el pie derecho, ya que el coche la mantendrá. En este caso, además, el coche mantiene la distancia con el vehículo precedente. Puedes tener un ligero despiste (coger algo de la guantera, atender a un niño…) que ajustará la velocidad al coche que se encuentre delante. Una vez que no detecta obstáculos delante, vuelve a recuperar la velocidad programada.
- Aviso de salida del carril (LDW, Line Departure Warning): Los sensores reconocen las líneas de la carretera y, si en algún momento las pisas sin haber activado el intermitente, te avisa. En función del fabricante esta advertencia es sonora –algo molesta, de ahí que a veces algunos lo desconectamos en carreteras secundarias–, luminoso o con una vibración en el volante.
- Control de mantenimiento de carril (LKAS, Line Keeping Assist System): Como el anterior, pero con la capacidad de actuar sobre la dirección para volver al coche entre las líneas. En momentos en los que llevas varias horas al volante, se agradece.
- Aviso de colisión (FCW, Forward Collision Warning): Mediante un sonido, a veces acompañado de un mensaje en el salpicadero, te advierte de la presencia de algo delante. Útil en retenciones que no te esperas. En nuestras pruebas hemos visto que algunos modelos avisan incluso en una curva cerradas al detectar el guardarrail.
- Freno autónomo de emergencia (AEB, Autonomous Emergency Braking): Además de lo anterior, activa el sistema de frenos. Algunos vehículos llegan a activar de manera automática los intermitentes de emergencia para avisar a quienes viajan detrás de nosotros. Ayuda también en aparcamientos… nos hemos llevado algún susto con algún coche de pruebas al intentar apurar una maniobra y de repente el coche clava los frenos para evitar el choque con la pared.
- Avisador de ángulo muerto (BSD, Blind Spot Detection): Personalmente es de las ADAS que más me gustan. Emplea luces (normalmente en el retrovisor) o vibraciones para advertirnos de que algún coche nos va a rebasar, justo cuando este se encuentra en el punto ciego y no podemos verlos.
- Detector de cansancio del conductor (DFD, Driver Fatigue Detector): Este sistema no mira hacia lo que pasa fuera, sino qué ocurre dentro. Algunos sistemas detectan cómo actuamos sobre el volante y otros analizan los ojos para saber si el conductor tiene síntomas de fatiga. Lo más habitual es mostrar un dibujo de una taza de café en el cuadro de instrumentos recomendando hacer una parada.
- Sistema de detección de peatones (PCW: Pedastrian Crossing Warning): Avisa de la presencia de peatones en la trayectoria. Los más avanzados también reconocen ciclistas y animales. Puede que durante el viaje no lo emplees, pero cuando más nos despistamos y relajamos es justo al llegar a destino o a punto de hacerlo… y este sistema ayuda a que no tengas ese despiste.