Seguro que alguna vez has escuchado aquello de “siempre hay que cuidar a los mayores”. Los coches con más edad pueden ser viejos, clásicos o históricos, o todo a la vez. Son máquinas que han resistido al inexorable paso del tiempo y de los kilómetros, y que merecen el mismo trato con el que sus propietarios han sido agraciados tras décadas de servicio. Y qué mejor que tener un seguro para ellos, por si las moscas.
En nuestro España, cualquier vehículo a motor que se precie de rodar por nuestras carreteras, sea del año que sea, ha de contar con un seguro de responsabilidad civil que, al menos, cubra los daños a terceros. Y no es una obligación moral, es una obligación legal cuyo incumplimiento está calificado como una infracción muy grave. Recogida en el Real Decreto Legislativo 8/2004, en su segundo artículo, circular sin seguro en un turismo puede costar 1.500 euros.
¿Qué es un coche histórico?
Muchos dirán que un coche con 10 años a sus espaldas es viejo. Bien es cierto que, en una gran mayoría de casos, un vehículo con más de una década de trote puede comenzar a mostrar algunos síntomas maliciosos motivados por la edad. Ahí es donde tú, como propietario de un coche “viejo” o futuro dueño de uno, tendrás que asumir que mantener una historia rodante conlleva una serie de gastos e inversiones, y muchos quebraderos de cabeza.
El Real decreto 920/2017 de 23 de Octubre publicado en el BOE en noviembre de 2017. Dentro del él, con entrada en vigor el 20 de mayo de 2018, se da una nueva redacción a los artículos 1.1 del 2.3 del Reglamento de Vehículos Históricos. Hasta entonces, el primero de ellos consideraba como tal a un automóvil que tuviese 25 años o más. Ahora, como mínimo, son 30, bien desde la fecha de fabricación o de matriculación.
Para convertir un coche en histórico, es necesario que permanezca completamente en estado original. Tampoco ha podido ser sometido a ningún cambio de gran importancia en cuanto a sus características técnicas o componentes principales, como el motor, los frenos, la dirección, la suspensión o la carrocería. Los detalles menores, el mantenimiento o una pintura distinta a la que tenía cuando salió de la línea de montaje no afectarán a la hora del examen.
Un vehículo también puede ser constatado como histórico si consta en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o ha sido declarado bien de interés cultural por pertenecer a alguna personalidad relevante o haber intervenido en algún acontecimiento histórico. Aquellos vehículos considerados de coleccionista, por haberse fabricado unidades muy limitadas o por la singularidad de un modelo concreto, también se aceptan en el lote.
Pero no es lo mismo estar catalogado como clásico que como histórico. Para ser reconocido legalmente como este último, es imperante la acreditación de la Comunidad Autónoma y la matriculación como tal en la Jefatura Provincial de Tráfico. Si cumples con todas estas peticiones, enhorabuena, puedes tener una pieza de museo reconocida por el Estado, con las ventajas y limitaciones que ello también conlleva.
¿Qué necesitas para contratar un seguro de coche histórico?
Como cualquier otro coche, un vehículo clásico y/o histórico debe cumplir con una serie de requisitos para optar por una póliza aseguradora, y son bastante estrictas. De hecho, existen compañías especializadas en este tipo de máquinas. Como se ha mencionado con anterioridad, la premisa de tener 30 años o más es la primera de todas antes de intentar contratar cualquier tipo de seguro para tu reliquia automotriz.
Sin embargo, también nos podemos encontrar con algunas peticiones típicas por parte de las aseguradoras, como recorrer menos de 5.000 kilómetros anuales, tener en propiedad otro vehículo distinto al que quieres asegurar como clásico (o declarar que no lo utilizas con frecuencia), tener más de 25 años de edad como propietario, que el tomador del seguro tenga más de un año de antigüedad en su carnet de conducir y tener la ITV en vigor.
Si el coche no tiene la ITV en vigor no se puede asegurar definitivamente. Sin embargo, podemos conseguir un seguro de tiempo limitado (normalmente de 24 o 48 horas) para acudir a la inspección técnica y superarla. Además de la documentación pertinente, la aseguradora nos pedirá un mínimo de cinco fotografías (frontal, trasera, lateral izquierdo y derecho, y parabrisas). Una vez que esté todo en orden llega el momento de elegir qué tipo de seguro queremos.
¿Cómo es un seguro de coche histórico?
A diferencia de los coches actuales o más modernos, muchos de los vehículos clásicos no se deprecian, sino que se revalorizan. Pero un coche entrado en años, implica que sus medidas de seguridad son notablemente más escuetas. En caso de accidente, los daños serán más costosos (económica, física y moralmente), y las aseguradoras lo tienen en cuenta. De hecho, el costo de un seguro a todo riesgo puede ser superior al valor del propio coche.
Y si lo que quieres es que te salga lo más barato posible, tendrás que barajar inteligentemente las coberturas que puedes contratar. Lo recomendable es confrontar las distintas ofertas disponibles (mediante comparadores de seguros, por ejemplo) y prescindir de aquellas coberturas que no necesitarás. Dado que cada conductor tiene distintos criterios en este menester, conviene pararse a pensar qué riesgos que estás dispuesto a asumir.
Uno de los riesgos que hemos de tener en cuenta es si la póliza cubre un robo. Al ser una pieza apetecible para ladrones por su mayor exclusividad (no todos los días ves decenas de coches con más de 30 años), conviene estar prevenidos ante posibles daños y la posible sustracción indeseada de nuestra preciada máquina. Es importante no asegurarlo en base al valor venal, sino que la compañía con la que se contrate el seguro pondere el coche por su valor histórico.
La gran mayoría de empresas aseguradoras tienen en su carta unas coberturas específicas para vehículos históricos, con precios competitivos que pueden ser equiparables (o sensiblemente superiores) a los de un coche normal. A pesar de que son coches más inseguros, el riesgo que se paga es por su valor, ya que la probabilidad de tener un accidente con un automóvil clásico es más baja al ser conducido durante menos tiempo.
La cobertura para el uso del susodicho en la boda de un familiar o en ferias y concentraciones de coches de época también son valoradas. Asimismo, algunas entidades pueden valorar de forma positiva que el cliente forme parte de alguno de los muchos clubes de automóviles clásicos federados en España, como el RACE o el RACC. Pero como todo en la vida, asegurar un coche histórico tiene sus pros y sus contras. Veamos cuáles.
Ventajas e inconvenientes del seguro para coches históricos
Ser propietario de un vehículo conlleva ciertos beneficios, como estar exento de pagar el Impuesto de Circulación en la mayoría de ayuntamientos (cuentan con una bonificación del 100% de la correspondiente C. A.) o ampliar la periodicidad de la ITV de uno a cinco años. Además, se pueden pactar condiciones específicas como incrementar el valor venal del coche con unas tarifas que nos son tan desorbitadas como podría parecer.
Por el contrario, la gran mayoría de seguros para estos vehículos suelen estar limitados a un kilometraje anual, el valor venal suele ser muy bajo si no se pacta lo contrario y las coberturas suelen ser las mínimas obligatorias. La asistencia en carretera, o una denuncia por robo, rotura de lunas o incendio suelen ser extras adicionales que pueden incrementar notablemente el precio final de la póliza.
En resumen: recuerda que el seguro que elijas para tu coche histórico debe responder a las características de tu máquina, ni más ni menos. No es necesario renunciar un seguro que te ofrezca una garantía completa y que valore el vehículo en su justa medida, teniendo en cuenta su valor económico a la par que su singularidad. Y de la misma forma que piensas en tu coche, no te olvides de tus necesidades y prioridades.
Fuente: RACE