Cuando te montas en un coche moderno (o relativamente) y le das al contacto, es probable que escuches un montón de sonidos. Y cuando accionas cualquier característica de a bordo, también percibirás cada pitido, muchos de ellos parecidos y a la vez tan distintos. La alerta de cinturones de seguridad sin abrochar, los intermitentes, el sensor de marcha atrás… son sonidos que animan los trayectos de todos los conductores en su día a día, y a pesar de puedan parecer anodinos, son fruto de un trabajo muy riguroso.
¿Cuál es la intención del sonido a bordo del coche? Primero de todo, hay que distinguir tres grandes familias: los sonidos llamados “reglamentarios”, que informan o advierten, como en el caso de los intermitentes o en del aviso de que algún cinturón de seguridad no está bien abrochado; los sonidos de “ayuda a la conducción”, como pude ser el sensor de la cámara de marcha atrás o la alerta de salida involuntaria de carril; y, por último, los “multimedia”, que responden a las acciones efectuadas en la pantalla del sistema de infoentretenimiento.
Por tanto, es importante formular una estrategia de diseño sonoro por distintos motivos. En primer lugar, para ofrecer una experiencia única al usuario, con un equilibrio entre el sonido y los demás estímulos visuales o táctiles. Naturalmente, estos sonidos deben ser agradables para el usuario, pero también transmitir los mensajes correctos: informar, confirmar, avisar yalertar. Cuando estos se interpretan de una forma instintiva, permiten al conductor adaptar su comportamiento adecuadamente a cada situación sin que tenga que pararse a pensarlo.
En segundo lugar, para crear un universo musical como una identidad exclusiva de la marca. Todos los elementos sonoros que inundan el habitáculo del coche, así como las pantallas de los mismos, permiten reforzar la identidad de la marca, a semejanza de una firma luminosa o un eslogan publicitario, dos detalles muy populares hasta la fecha. El objetivo es despertar emociones mediante una experiencia de conducción que resulte positiva y agradable, ya que nadie es partidario de tener que conducir enfurruñado a propósito en todo momento.
Y al igual que en un proceso de diseño industrial clásico, el trabajo de diseño sonoro se basa en “sketches sonoros” (o bocetos, si no te gusta utilizar anglicismos) para cada sonido en función de una dirección artística global o del tipo de mensaje que se desea transmitir. Este trabajo se realiza a partir de una biblioteca compuesta por efectos sonoros grabados. Para representar la calidez y componer sonidos amenos, la naturaleza es una de las principales fuentes de inspiración, como piezas de madera frotadas entre sí o incluso gotas de agua.
Luego, dichos materiales sonoros se estilizan y se mezclan con programas informáticos de tratamiento de sonido. Algunas marcas como BMW ya cuentan con un gran nombre detrás del sonido de sus coches, Hans Zimmer, y no solo del que harán por dentro, sino también por fuera. Después, un grupo de usuarios seleccionados exprofeso los prueban y explican las emociones experimentadas. De este modo, un sonido podría considerarse como demasiado “lúgubre” o excesivamente “seco”; otro, muy “plástico” o marcadamente “melódico”.
Según las observaciones de los usuarios, los sonidos se reformulan, se esculpen, se tallan, se cortan, etc. Es decir, han de refinarse hasta que respondan con la estrategia previamente establecida, basada en la cercanía y de acuerdo con las especificaciones iniciales. Todo ello en estrecha colaboración con otros departamentos internos, como el de producto, ingeniería y marketing. Al final, esas notas musicales que nos acompañan en nuestros viajes diarios son parte de un desarrollo conjunto de un equipo de mucha gente que nos hace la vida algo más sencilla.
“El vehículo es un instrumento que debe ser afinado, ya que emite sonidos abstractos que deben comprenderse correctamente. Nosotros no hacemos música, transmitimos mensajes con una intención estética, respetando y reforzando el ADN de la marca”, menciona William Rodríguez, responsable de las Experiencias del Usuario en la dirección del departamento de diseño de Renault. “En cuanto a la dirección artística, queremos sonidos coherentes con la identidad de la marca: que sean prácticos a la par que acogedores, positivos y hedonistas”.
Fuente: Renault
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