En nuestra serie de artículos sobre el renting de coches ya hemos hablado sobre las particularidades del contrato de renting de coches, fijándonos sobre todo en los doce detalles a observar de la «letra pequeña» que pueden evitar más de un disgusto. Hoy nos centraremos en aquellas partes del contrato que garantizan la fexibilidad para la empresa o el autónomo que opten por esta fórmula de renting de vehículos que les ofrece muchas ventajas económicas.
Las compañías de renting diseñan los contratos para que sean cumplidos en todos sus términos. El valor residual se calcula para la fecha exacta de vencimiento del contrato específico de cada vehículo, ya que las expectativas del mercado de usados muestran diferencias significativas en los cambios de año e incluso a lo largo de un ejercicio.
El kilometraje del contrato es el determinante de los gastos de mantenimiento. Siempre existirán diferencias entre los kilómetros pactados y los reales, que se liquidarán al final del contrato, pero las posibles diferencias significativas, pueden obligar a modificar los términos económicos del contrato.
El plazo es también determinante en otros aspectos como el coste financiero, la carga impositiva de los vehículos o el coste adicional de mantenimiento. Por ello, en todos los contratos de renting se contemplan condiciones como penalizaciones por incumplimiento, negligencias en el uso de los vehículos y condiciones para la modificación de los términos pactados inicialmente.
Aunque en principio se pueda entender que se trata de circunstancias extraordinarias, la realidad indica que se dan en un porcentaje entre el 10 y 20 % de los contratos. El impacto económico de estas situaciones no está incluido en la cuota mensual, por lo que se hace indispensable identificar las condiciones de aplicación y métodos de cálculo previstos en el contrato. Entre ellas, cabe destacar las siguientes, por su mayor impacto económico:
- Cancelaciones anticipadas: si el cliente desea interrumpir el contrato antes de la prevista de finalización, será penalizado según una fórmula definida en el contrato. La definición de esta fórmula es muy diversa entre los operadores, por lo que su aplicación supondrá diferentes importes.
- Modificaciones de contrato obligatorias: si el kilometraje realmente recorrido por un vehículo excede al pactado en un determinado porcentaje, se calculará una nueva cuota mensual. Los porcentajes y métodos de cálculo definidos en el acuerdo de cada operador son diferentes.
- Extensiones formales e informales: el cliente podrá solicitar un aumento en el plazo inicialmente pactado o extensión formal del contrato, lo que supondrá una variación en la cuota mensual. Si el cliente no devuelve el vehículo en el día inicialmente pactado, el contrato entra en extensión formal, que puede suponer el aumento automático de la cuota mensual.
- Negligencias de uso: si un vehículo sufre averías como consecuencia del uso indebido del mismo, como por ejemplo en una competición deportiva, los gastos de reparación serán repercutidos al cliente. Entre otros aspectos legales, conviene revisar si los procedimientos de peritación de las averías permiten al cliente ejercer las acciones necesarias para su defensa legal (contra- peritación).