Todos los coches tienen algo en común. Ciencia automotriz. Esta rama estructura su temática en los conocimientos técnicos sobre el funcionamiento de un coche. Una sub-rama de la ciencia del automóvil es la física, donde hay atributos muy importantes: cabeceo, balanceo y guiñada. Este último es el que vamos a tratar, que de primeras podemos definir como el desvío accidental o involuntario del vehículo en relación a su rumbo natural.
La guiñada ocurre cuando el peso de un vehículo se desplaza desde su centro de gravedad hacia la izquierda o hacia la derecha. Este es un cambio que el conductor sentirá cuando esté dentro de su coche. Por ejemplo, cuando estás conduciendo, frenas y aceleres repentinamente, el coche se desplaza sobre su eje horizontal transversal (cabeceo). Esto hace que el vehículo gire alrededor de su centro de gravedad. La guiñada ocurre durante los giros. Cualquier cosa que haga a tu coche girar alrededor de su centro de gravedad es un desvío de su trayectoria.
¿Qué significa guiñada?
Cruza una estaca desde la parte superior de un vehículo. El movimiento en sentido horario o antihorario de la estaca y el coche se llama guiñada. Otra definición de guiñada es, bueno, girar. Aquí, la guiñada no es más que un valor. No tiene fuerza sobre un vehículo. Sin embargo, es muy importante para los cálculos. Cuando un coche gira, las ruedas giran a diferentes velocidades. Por ejemplo, las del lado derecho giran más rápido que las del lado izquierdo cuando el vehículo gira hacia la izquierda.
Un vehículo en movimiento, por definición, se inclina cuando toma una curva porque apunta en una dirección diferente a la que se mueve en cada punto de esta. Esto es porque es que las ruedas que están más lejos del interior de una curva cubren más área que las ruedas más cercanas a la línea interior. Esto crea una fuerza desequilibrada, y un vehículo gira debido a eso. Todo sucede a razón de las cajas diferenciales, pero esa es otra historia. Ese movimiento axial es la guiñada, lo que significa que el coche se dirige en una dirección diferente a la que apunta.
La guiñada es importante porque el aire golpea el automóvil de forma diferente cuando está en ángulo con el aire que se aproxima en comparación con cuando golpea el aire de frente. Por lo tanto, coloca el vehículo en una posición en la que el aire lo ayuda a girar levemente. Porque la guiñada puede estar provocada por un valor distinto en las fuerzas centrífugas ejercidas sobre las ruedas delanteras y traseras, o también por una diferencia de adherencia en las mismas.
En la gran mayoría de los coches, el eje trasero describe un radio menor que el delantero, por lo la fuerza centrífuga mayor será en este último que en el primero, siempre y cuando supongamos que el balance de pesos es equitativo en todas las ruedas. Partiendo de principio de que la fuerza centrífuga es inversamente proporcional al radio de la curva y directamente proporcional al peso que soportan los ejes, el baricentro del coche se mueve hacia la parte frontal para que la carga extra sobre el eje anterior contrarreste el valor de las fuerzas centrífugas.
En resumen, si queremos hacer cambiar de dirección el coche, es necesario producir una cierta guiñada. Si tomamos una curva con un radio de giro determinado y la guiñada no es suficiente en relación a la velocidad del vehículo en la curva, se produce el conocido subviraje. Si por contra la guiñada es excesiva, se produce el denominado sobreviraje. Por lo tanto, en una curva, en función de donde esté situada la tracción del vehículo o de la distinta fuerza aplicada a la hora de frenar, el vehículo sufrirá guiñada, derivando en un derrape (de moro o de culo).
¿Qué es el control de guiñada?
De manera similar al diferencial de deslizamiento limitado, que controla la distribución del par motor a las ruedas motrices, el control de guiñada ayuda a los vehículos a reducir el subviraje y sobreviraje y proporciona una capacidad de giro más rápida. Y el sistema con el que cuentan los coches para controlar dicha guiñada, y aumentarla o disminuirla para que este se mantenga en la trayectoria que marcan las ruedas, es lo que comúnmente conocemos como control de estabilidad (ESP).
Si el control de guiñada se establece demasiado alto, existe incluso el riesgo de crear demasiado deslizamiento y aumentar significativamente el desgaste de los neumáticos. Aunque, si está en el punto óptimo, la capacidad de giro del coche es muy destacada. El ajuste del control de guiñada es un compromiso importante dependiendo del diseño del trazado a afrontar, aunque esto ya es en un ámbito profesional. En los coches de calle, la calibración del sistema y de la suspensión se hace a sabiendas de cuáles deberían ser las reacciones más seguras en cada momento.
Fuente: Helloauto, formula1-dictionary.net