El Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf) confirmaba esta semana que las ayudas directas a los compradores de vehículos derivadas del Plan 2000E tendrán que declararse como ganancias patrimoniales y por lo tanto tributar con el resto de renta general en la Campaña de la Renta 2009.
Según Luis del Amo, gerente del Reaf, «en ningún sitio se dijo que no tributaran», así que se declarará la ayuda estatal que recibe directamente el contribuyente, lo que supone los 500 euros que financia el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
La OCU se queja
Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denuncia que muchos ciudadanos exentos de tributación tendrán finalmente que realizar la declaración de la renta por haber recibido ayudas directas del Plan 2000E a la compra de automóviles.
La OCU considera que el Gobierno «ofreció una información parcial» sobre las ayudas que «ha influido en muchas decisiones de compra», dado que, en su opinión, en caso de conocer la obligación de tributar «muchos consumidores no hubieran comprado un vehículo y, por tanto, la medida no hubiera tenido la misma eficacia».
La organización de consumidores achacó a la «improvisación» del Gobierno y a su intención de «poner parches» ante la actual crisis económica. «El Gobierno debería haber declarado la exención de las ayudas en el momento de aprobarlas o bien haber informado sobre su obligación de tributar», señala la OCU.
Faconauto pide cambios al Gobierno
La Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto) ha pedido al Gobierno y al Congreso de los Diputados una modificación urgente del tratamiento fiscal del Plan 2000E para evitar perjuicios a los beneficiarios, quienes, de acuerdo con la actual legislación, tendrán que declarar las ayudas en el IRPF.
Se suma así a la petición de fabricantes (Anfac) e importadores (Faconauto) para que se solucione «el problema», ya que «no tiene sentido penalizar una medida que no sólo ha conseguido dinamizar el sector y el empleo, sino que además ha proporcionado a las administraciones públicas unos ingresos extra derivados del fuerte repunte de las ventas de coches».
Además de pedir al Gobierno y al Parlamento que se replanteen el tratamiento fiscal del Plan 2000E, la patronal de los concesionarios promoverá una iniciativa en el seno de la Mesa de la Automoción de la CEOE para que se impulse un plan «estructural» de renovación del parque automovilístico.
La organización promoverá esta iniciativa para evitar que los concesionarios tengan que adelantar el dinero de las ayudas públicas y para que los compradores no se vean obligados a declararlas en el Impuesto sobre la Renta.