Una de las preocupaciones principales de los conductores antes de emprender un viaje son los radares que pueda cruzarse en su camino. Las multas por exceso de velocidad y la correspondiente pérdida de puntos hacen que mucha gente se plantee la compra de dispositivos que ayuden a eludirlos. Es fácil encontrar inhibidores, detectores o avisadores de radares; pero no todo el mundo sabe cómo funcionan y cuáles son legales.
Según el RACC, alrededor del 30% de conductores ya utiliza alguno de estos dispositivos, así que vamos a analizar sus diferencias. También es de vital importancia porque con la vigente Ley de Tráfico hay sanciones para algunos de estos dispositivos, tanto económicas como en pérdida de puntos. Si no quieres que el remedio sea peor que la enfermedad echa un vistazo a esta infografía y a nuestros consejos.
Avisadores de radares
Los avisadores de radares son aquellos dispositivos que no tienen ningún tipo de interacción con el radar. Toman las bases de datos publicadas por la Dirección General de Tráfico para informar al conductor de la ubicación de los radares fijos. Estos dispositivos no tendrán nada que hacer con los radares móviles, como mucho ofrecen algunos puntos donde suelen ser frecuentes. Son totalmente legales y actualmente están disponibles en la mayoría de navegadores o en múltiples aplicaciones para smartphones.
Detectores de radares
Los detectores de radares son los dispositivos que tienen capacidad de detectar las ondas de cualquier radar, tanto fijo como móvil. Por lo tanto da una ventaja enorme al conductor, que puede estar tranquilo y aminorar la marcha en todos los casos. Hasta el año 2014 estos aparatos se encontraban en un limbo legal, pero ahora ha quedado determinado que su uso está prohibido. Aunque no afecta a la señal del radar ni lo inhibe, utilizarlos puede acarrear una multa de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet.
Inhibidores de radares
Los inhibidores de radares son aquellos dispositivos que emiten señales de radio que interfieren con la del radar y consiguen deshabilitarlo. De esta forma aunque pases a velocidades por encima de la legalidad, el radar no podrá detectarlo y no habrá multa por exceso. Su uso está totalmente prohibido y si te pillan sí que habrá una cuantiosa multa de 6.000 euros, además de la pérdida de 6 puntos del carnet de conducir.
Fuente – RACC