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Mario Nogales

Posición del motor: dónde se puede colocar la mecánica de un coche y cómo influye

Cada vez hay menos gente que se preocupa de algo que marca la diferencia en un vehículo y es la posición del motor. Hay que dejar claro que, aunque cada vez los coches son más parecidos, puede variar el lugar donde está colocada su mecánica. Eso, lógicamente, afecta al reparto de pesos y al comportamiento del mismo. Es por ello que vamos a analizar las diferentes posiciones en las que puede estar el motor en un coche y cómo cambiará su comportamiento en función a este aspecto.

Motor delantero transversal

Empezamos por la disposición más extendida en el panorama actual, la que está presente en la gran mayoría de coches que circulan en nuestras carreteras. Que tengan motor delantero transversal significa dos cosas. La primera es que su mecánica está colocada por delante o justo sobre el eje delantero, precisamente bajo el capó en una posición que ya se ha convertido como la habitual. La segunda es que el motor está en perpendicular al largo del coche, es decir, colocado a lo ancho alineados con las ruedas.

Hay que decir que esta configuración se ha popularizado con la llegada de motores de tamaños compactos. La mayoría de mecánicas de cuatro cilindros son aptas, al igual que algunas V6. Aunque lo que ha hecho que prosperen los motores delanteros transversales es la tracción delantera, que está prácticamente omnipresente. Tener el motor en este lugar y conectado directamente con las ruedas es una ventaja ejemplar por varios motivos.

El principal punto fuerte que tiene esta disposición para el fabricante es su bajo coste. Sale más barato de producir al tener el hueco perfecto para el motor y además facilita sus futuras reparaciones al tener un fácil acceso. Incluso a nivel de refrigeración tiene mayores facilidades porque el aire le llega directamente a través de la parrilla. Esta posición también deja un ahorro de espacio ejemplar, pues queda por delante del habitáculo y no quita nada de habitabilidad al no tener árbol de transmisión central.

En cuanto a su comportamiento, queda claro que el reparto de pesos no es el ideal al tener «todo alante». Son coches fáciles de conducir por lo general, ya que la tracción está en el eje delantero y es más sencillo controlarlo. Aunque ciertamente no son los más efectivos ni los que más sensaciones deportivas dejan al usuario. De hecho, siempre nos quejamos de cierta tendencia al subviraje en este tipo de vehículos.

Motor delantero longitudinal

En el caso de los coches con motor delantero longitudinal, es fácil ver que la posición de la mecánica es la misma que en el caso anterior, pero no su colocación. El motor está colgado sobre el eje delantero, aunque girado 90º respecto al caso anterior, es decir, colocado a lo largo del vehículo. Es una distribución más histórica en modelos de propulsión que tenían el motor delante. Actualmente también hay muchos coches con motor delantero transversal y tracción delantera.

De hecho, esta disposición es la solución perfecta para los fabricantes que quieren mantener un bloque de gran tamaño en el eje delantero. Es habitual ver seis cilindros en línea, pero también V8, V10 e incluso alguno de los últimos V12. Como quedan muy pocas mecánicas de este tipo y también se ha ido perdiendo la tracción en el eje trasero, cada vez vemos menos coches con motor delantero transversal. También tienen unas

La clave de estos coches es que tienen una distribución de pesos mejorada, sobre todo los que son de propulsión. Tener el motor delante y la tracción detrás mediante un diferencial hace que se pueda conseguir un reparto mejor, aunque con algo de tendencia al sobreviraje. En los que mantienen la tracción delantera aparece el mismo subviraje que en los longitudinales, mientras que cada vez vemos más coches de este tipo con tracción total.

En todo caso, es una disposición que queda prácticamente relegada a los modelos de corte deportivo y que se está perdiendo por complejidad técnica y por un mayor coste de producción. También suelen tener un mayor consumo debido al tamaño del motor y al tipo de tracción.

Motor central

Los coches con motor central son aquellos que tienen su mecánica colocada entre el eje delantero y el eje trasero. Aunque también se le conoce como disposición central-trasera, ya que están más cerca de esas ruedas por lógica. En todo caso, tenemos una mecánica que queda justo por detrás del habitáculo y por delante del eje trasero. Es propia de vehículos de altas prestaciones que no buscan la practicidad, sino las máximas prestaciones posibles.

Está claro que es la mejor posición por reparto de pesos, pues el motor queda centrado y es más fácil conseguir la proporción 50:50. También beneficia al centro de gravedad, dejándolo bajo y otorgando un comportamiento deportivo al coche. Los motores que se colocan en posición central suelen ser de gran cilindrada y mandan su potencia al eje trasero (el más cercano) o a las cuatro ruedas a través de un diferencial central.

Además de sus generosas prestaciones y de sus masas optimizadas, los coches con motor central también dan pie a diseños más arriesgados y atractivos. Al final, las marcas tienen mayor libertad para crearlos y no es necesario que dejen tanto espacio en sus interiores. De hecho, la mayoría de estos modelos son biplazas, pues no queda hueco para asientos traseros. La otra desventaja es su elevado precio, pues son muy caros de producir debido a las complicaciones técnicas.

Motor trasero

Es sorprendente como hace unos años lo más habitual era ver coches con motor trasero y que ahora prácticamente hayan desaparecido. Algunos de los vehículos más vendidos de la historia (véase el Volkswagen Beetle o el SEAT 600) llevaban su mecánica colocada por detrás del eje trasero, justo al final del vehículo. También suelen ir ligados a la propulsión por mera cercanía del motor con dicho eje, por lo que tienen algunas ventajas y desventajas bastante claras.

Tener todo atrás tampoco hace que el reparto de pesos sea el ideal, de hecho, suelen tener una marcada tendencia al sobreviraje al no tener prácticamente nada en el eje delantero. Otra peculiaridad es que es más difícil refrigerar sus mecánicas que las delanteras, pues hay que dirigir el aire hacia esta zona. Por no hablar de que hay que sacrificar espacio en esta parte, quitando prácticamente todo el maletero y dejando plazas traseras justas.

Tienen otras ventajas que es la respuesta inmediata y directa del vehículo. El tener todo atrás también puede traducirse en sensaciones deportivas y por eso esta configuración es mantenida por algunos vehículos de altas prestaciones (Porsche es su máximo representante actual). Por otro lado, no son excesivamente caros de producir y su complejidad es menor que en otros casos. De hecho, ese era el motivo de que fuera tan utilizada en el pasado y en modelos tan populares.

  • mecánica
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