La inspección de las bujías nos puede dar información de lo que pasa dentro de un motor. Analizando su color, separación o los depósitos que se quedan en la zona de combustión se puede determinar la «salud» del motor de nuestro coche y diagnosticar algunos problemas.
Las bujías tienen que tener un color entre gris y blanco. Esto significa que son bujías en las que la especificación de rango térmico de los sistemas de combustión e ignición están correctamente y que, por tanto, el motor está en buen estado. Lo normal es inspeccionar las bujías al menos una vez al año y debes reemplazarlas siempre que sea necesario. Si quieres saber cómo cambiar las bujías de una manera fácil y sencilla pincha aquí.
No obstante, hoy en coches.com te dejamos los 10 problemas más comunes que pueden aparecer en las bujías de tu coche y una serie de recomendaciones que puedes llevar a cabo para su correcto mantenimiento:
1. Problemas de desgaste
El deterioro del electrodo interior y/o exterior es una señal de desgaste excesivo que puede causar problemas de arranque, aumentar el consumo o provocar combustiones falsas durante la aceleración. Además, también puede causar daños en otros componentes del sistema de ignición, como los cables eléctricos, las bobinas o el distribuidor.
Recomendaciones: Reemplaza las bujías afectadas por bujías con un rango térmico adecuado.
2. Abrillantamiento del aislante
Si encuentras una especie de residuos amarillentos en la parte aislante de la bujía puede ser debido a que la temperatura ha aumentado por una sobrecarga y, este exceso de temperatura repentino puede provocar el abrillantamiento del aislante de la bujía, porque el combustible y los depósitos de la cámara de combustión se han derritido.
Recomendaciones: Reemplaza las bujías afectadas por bujías con un rango térmico adecuado.
3. Problemas por el recalentamiento
Se dan cuando el aislante de la bujía está descolorida o los electrodos están desgastados o abollados. La cobertura también podría tener un color azul oscuro casi negro.
Recomendaciones: Comprueba si la sincronización de los sistemas de ignición y de combustión son las correctas y que los sistemas de refrigeración y escape funcionan correctamente. Además, comprueba que la especificación de calor de las bujías es la apropiada.
4. Depósitos de ceniza
Si aparecen depósitos similares al café molido dentro de los electrodos puede ser debido al tipo de aditivos del aceite o del combustible que hayas utilizado.
Recomendaciones: Si los depósitos se encuentran en un lado de la zona de combustión de la bujía, comprueba la cabeza del cilindro (los sellos del vástago de la válvula y las guías de la válvula). Por el contrario, si los depósitos se encuentran en ambos lados, inspecciona también los anillos de los pistones. En este caso la bujía es la víctima del estado del motor, y no la causante del problema.
5. Problemas de aceite
Si las bujías tiene una capa negra y aceitosa podría indicar un fallo en el sistema de aceite. Esto indica que hay un gran desgaste del motor.
Recomendaciones: Inspecciona tu vehículo buscando síntomas de desgaste en las guías de las válvulas, los sellos de los vástagos y en los anillos de los pistones.
6. Daños mecánicos
Pueden ser debidos a la presencia de algún material en la cámara de combustión o por la mala instalación de las bujías.
Recomendaciones: Retira de inmediato cualquier objeto que pueda haber en el interior del motor y vuelve a instalar las bujías.
7. Problemas de detonación
Aparecen cuando en la zona de combustión de las bujías hay manchitas grises o negras. En los casos más graves a veces también aparecen grietas en los aislantes.
Recomendaciones: Utiliza un combustible de octanaje apropiado y compruebe que el funcionamiento de los sistemas de refrigeración y escape del vehículo sean los correctos, prestando especial atención a los sistemas del EGR y el sensor de detonación.
8. Problemas con los aditivos del combustible
Si hay depósitos de color rojizo en la zona de combustión de la bujía puede ser debido a la presencia de aditivos en el combustible. No obstante, la mayoría de los depósitos no afectan al funcionamiento de la bujía, aunque hay algunos que contienen potenciadores de octanaje que pueden dejan estos depósitos en la zona de combustión.
Recomendaciones: Utiliza un combustible que se ajuste a las recomendaciones del fabricante del motor de tu coche.
9. Problemas de pre-ignición
Pasa cuando las bujías se han recalentado y/o los electrodos están derretidos.
Recomendaciones: Comprueba la especificación de calor de las bujías del catálogo del fabricante y asegúrate, además, de que el sistema de refrigeración y la mezcla del combustible se adecuan también a las especificaciones. Preste atención a los sistemas del EGR y el sensor de detonación, ya que la mala colocación de los cables de las bujías puede provocar una inducción cruzada y la consecuente preignición.
10. Problemas de carbonización
Pueden ser provocados por la presencia de depósitos blandos o de color negro, que puede indicar que el combustible tiene demasiado aire, la ignición es muy débil o las bujías tienen una mala especificación de calor (están demasiado frías). Esto puede provocar problemas graves como falsas explosiones del motor.
Recomendaciones: Comprueba que la especificación de calor de las bujías sea la adecuada. En los vehículos de sistema de control por ordenador, el modo «limp home» suele causar este problema. En tal caso será necesario comprobar el buen funcionamiento del ordenador. Por contra, si tienes un vehículo carburado, comprueba el estado del estrangulador y del resorte de la mariposa, del flotador y de la aguja de la válvula de paso.
Fuente: Aficionados a la mecánica