En esta entrada vamos a hablar de las ventajas de usar o no el freno motor. Nuestra principal intención, es que el lector que no sepa en qué consiste este concepto, siga nuestros consejos para realizar una conducción más eficiente en todos los sentidos. Antes de nada, vamos a explicar en qué consiste y cómo lo debemos utilizar según el tipo de inclinación sobre la que estemos conduciendo.
¿En qué consiste eso del freno motor?
El freno motor como ya hemos dicho, es un concepto, no una pieza física. Un concepto que va orientado hacia la relación de marchas de la caja de cambios y la presión del pedal acelerador, es decir, si está inyectando combustible o no.
Para explicarlo de la manera más sencilla, lo primero que debemos saber es que, si tenemos engranada una marcha baja (segunda o tercera) y no estamos pisando el pedal del acelerador, el coche tiende a frenarse. Eso se debe a que la presión que ejerce la caja de cambios es mayor que la velocidad que puede llevar el coche en esa marcha. De hecho, el freno motor es aún más notable si vamos con la primera marcha. Por otro lado, si vamos con una marcha alta, y una velocidad notable (por ejemplo, quinta marcha y una velocidad de 100 km/h) la velocidad es superior a la presión que ejerce la caja.
Entonces, ¿cómo se consigue que actúe el freno motor? Siguiendo con el ejemplo de la quinta marcha, si frenamos ligeramente y reducimos a cuarta, simplemente con soltar el pedal del acelerador irás notando que el coche se va frenando, algo más acentuado cuando metemos la tercera marcha. Es decir, el freno motor actúa en función de las revoluciones a las que esté funcionando el motor. Eso sí, hay que tener en cuenta de que si presionamos el pedal del embrague todo esto se va al garete, ya que al accionar el embrague prescindimos de la caja de cambios en el momento del presionado.
En definitiva, si tenemos que poner una definición a este concepto, es la reducción de la velocidad del vehículo, prescindiendo del pedal del freno, ayudándonos de la relación de marchas y sus correspondientes engranajes, con la introducción de combustible que regulamos mediante el pedal del acelerador.
Una definición más compleja, pero una vez hemos entrado en el contexto, es más fácil de comprender.
Tipos de frenada según el terreno
El uso del freno motor depende principalmente del tipo de pendiente sobre la que estemos conduciendo, como es lógico, el porcentaje de inclinación positiva o negativa complicará más o menos el frenado mediante los engranajes de la caja de cambios.
Subida
Antes empezar a leer este apartado, seguro que el lector ha pensado que es lógico que en una subida no hará falta frenar. Algo totalmente cierto, pero es algo que nos sirve para poder comprender que en este apartado también el freno motor hace su trabajo.
Pongámonos en contexto, si estamos subiendo una pendiente ascendente pronunciada, si soltamos el pedal del acelerador y no tocamos el freno, el frenado mediante la relación de engranajes en instantánea. Sin embargo, si accionamos el embrague, la inercia que lleve el coche hará que continúe, alargando un poco el proceso, eso sí… todo lo que sube baja.
Llano
Si no encontramos ningún tipo de inclinación, el uso del freno motor se hace más interesante. Como acabamos de comentar, se hace más notable cuando estamos engranando marchas más bajas. Algo interesante cuando estamos haciendo una conducción urbana, incluso es más interesante todavía si estamos en un atasco, en donde tenemos que frenar constantemente. Por tanto, si engranamos la primera marcha, si soltamos el acelerador por un segundo, notaremos enseguida que el coche se empieza a parar. Eso es porque la relación de engranajes es más fuerte en la primera marcha, algo que va de manera descendente según incrementamos las marchas y la velocidad.
Consejo: cuando nos encontremos en estas situaciones, en las que vemos donde tendremos que parar exactamente, lo mejor es engranar la segunda marcha y jugar con el acelerador según lo alejado que esté el punto de detención. Si es punto está cerca, lo mejor es ir en primera (no pasar de los 15 km/h aproximadamente) y simplemente tendremos que dejar de acelerar para frenar.
Bajada
Cuando hablamos de una pendiente descendente, el uso del pedal del freno es más necesario, aunque todo depende de la velocidad a la que tengamos que ir. Si la velocidad es baja, lo mejor es disminuir de marcha, al mismo tiempo que pisamos ligeramente el pedal del freno. Si la velocidad es alta, hay que pisar el pedal más tiempo y reducir poco a poco, ya que si bajamos de golpe las marchas, el motor se revolucionará en exceso, y tendremos que hacer un mayor uso del pedal del freno.
¿Por qué hacer uso del freno motor?
Ahorro
Generalmente, la principal razón por la que el uso del freno motor es interesante, es por el ahorro que supone. Cuando hacemos su uso, estamos evitando el desgaste de las pastillas de freno y los discos. Algo que, al fin y al cabo, se nota bastante en el mantenimiento de un vehículo. Además, aquellos conductores que para frenar deja pulsado el embrague, también ahorraremos dinero en los cambios de los discos de embrague, pues también sufren lo suyo.
Por otro lado, si realizamos el freno motor de una manera correcta, generalmente el consumo de gasolina… ¡no se incrementa!
Comodidad
No cabe lugar a dudas de que es mucho más cómodo frenar con el motor. No tienes que estar presionando el pedal del freno y la conducción se realiza de manera más natural y suave. Algo que evita (en cierta medida) el estrés al volante.
Frenadas de emergencia
Las frenadas de emergencia surgen de manera muy rápida. Generalmente no somos conscientes hasta el momento después de la emergencia, donde analizamos lo ocurrido. Para prepararte, lo mejor que puedes hacer es imaginarte lo que harías si te vieses en una de esas. Por ello, te vamos a explicar los beneficios del freno motor en estas circunstancias, salvo una única diferencia, en este caso, sí o sí, se hace uso del pedal del freno.
Pongámonos en contexto. Si tenemos que frenar de manera inesperada, la reacción normal y lógica es clavar el pedal del freno. Pero si a ello le sumamos el uso del freno motor el valor puede marcar una diferencia monumental. Por tanto, una vez que clavamos el freno, reducimos de marcha acorde a la frenada. De esta forma aprovechamos ambas ventajas y la distancia de frenado se reduce.
Antes de cerrar el post conviene remarcar un par de notas al respecto. Por un lado, hay que tener mucho cuidado a la hora de reducir de marcha de manera brusca. Si no vamos acorde a la reducción de la velocidad, el motor puede sobrepasar el rango de revoluciones que soporta y, en el peor de los casos, podríamos romper el motor. Finalmente, por otro lado, es muy importante saber que este uso del freno motor se puede utilizar tanto con una caja de cambios automática como manual. La diferencia es que con una manual es más sencillo, y con una automática hay que ser más hábil al volante y saber qué relación de marchas utilizar en cada momento.