Cuando alguien busca hacer que su coche sea más rápido, muchos se apresuran a aumentar la potencia y pasan por alto mejoras sencillas pero efectivas como las ruedas. Las actualizaciones de turbocompresor o centralita electrónica, un nuevo intercooler o tomas de aire más grandes pueden aumentar significativamente la energía de tu motor. Sin embargo, Jeremiah Burton, de Donut Media, nos explica cómo un juego de llantas ligeras y sus neumáticos pertinentesvarían las reglas del juego.
Hay dos tipos de personas. Aquellos que miran las paredes laterales de los neumáticos y dicen: “¡Vaya! Bonitos Michelin”, y aquellos que los miran y solo ver números, letras y signos. Si eres de los primeros, probablemente no es algo de lo que te hayas preocupado mucho o que no te importa demasiado; más razón por la que necesitas dedicar unos minutos y aprender algo. Los números indican tres cosas: el ancho de la llanta, seguido por la altura de la pared lateral y el diámetro de la rueda. Por ejemplo, un compacto normal puede calzar un 225/45 R18.
Estos números son esenciales para cualquiera que busque reemplazar las llantas. Pero, ¿y si lo que buscas es mayor capacidad de tracción? Bueno, necesitarás saber el número de desgaste de la banda de rodadura, ¿no? El sistema de clasificación estandarizado de UTQG (Calificación Uniforme de la Calidad de los Neumáticos, por sus siglas en inglés) funciona para establecer un coeficiente de fricción estática de una goma. Ese número es la cantidad de desgaste que puede tener un neumático, donde el compuesto y la construcción del mismo es muy importante.
100 es la línea de base, pero la mayoría de vehículos que circulan habitualmente por nuestras carreteras usan neumáticos con un desgaste de 400 o 500. No son los que tienen mejor agarre, pero su resistencia a la abrasión significa que puedes recorrer más kilómetros con ellos. Para la aplicación en un circuito, deberías usar una banda de 200 o menos. Cuanto más baja es la cifra, más caucho pierde el neumático a medida que avanza por el asfalto, pero genera más agarre. Y ahora dirás, ¿de dónde se saca ese coeficiente de desgaste? Porque no algo inventado.
Según Burton, el desgaste de la banda de rodadura es una estimación basada en las pruebas realizadas por una empresa que intenta que tu compres sus neumáticos. La calificación no significa nada en términos del compuesto de caucho real. Puede ser un gran indicador, pero de ninguna manera es un hecho sólido. Cuando vas rápido, los neumáticos son solo una parte de la ecuación. Las llantas que montas en el coche también importan: al igual que los neumáticos, no todas las ruedas son iguales, más allá de las infinitas marcas y diseños existentes.
Y una vez que hayas elegido el tamaño correcto, la diferencia más significativa es el ancho y el peso. Burton hace un punto sólido. Una libra de una rueda equivale a cuatro libras de su coche (0,45 kg deriva en 1,81 kg). Sin embargo, la rotación de esa rueda agrava el efecto de ese peso. Por lo tanto, una llanta más ligera hará que el vehículo sea más ágil en las curvas porque puede cambiar de dirección sustancialmente más rápido. Además, el tren motriz necesitará de menos energía para hacerlas girar, lo que deriva en más potencia eficaz sobre la carretera.
En consecuencia, conseguir ruedas más ligeras mejorará el rendimiento de tu compañero de viajes. Es decir, antes de actualizar el motor, simplemente puedes aumentar la energía enviada a la carretera al reducir el peso de la rueda. Hay mucho más en las llantas y los neumáticos que simplemente elegir el juego correcto. La presión de las gomas también es un factor importante en lo que respecta a los niveles de agarre. Si deseas que tus ruedas hagan más contacto con la carretera sin variar sus medidas, tendrás que jugar con otras variables intrínsecas.
Según Bakari Howard, de neumáticos de competición Falken, hacer funcionar los neumáticos a una presión más baja, en última instancia, aumenta la superficie de contacto del neumático. Si nos motivamos demasiado, sin embargo, puede tener un efecto negativo en el rendimiento. Es probable que experimentes un vuelco excesivo de la pared lateral y algún fallo en el neumático que más presión sufra. Es importante tener en cuenta que dos vehículos con el mismo peso y presión de los neumáticos tienen la misma área de parche de contacto.
Y eso es así independientemente del ancho. La forma del parche es lo que cambia. El parche de contacto pasa de ser un rectángulo a un triángulo cuando conduces a un ritmo más alegre y te pones a tomar curvas como un piloto de rally. Esto se debe a que el borde exterior de la llanta hace la mayor parte del trabajo, ya que hay menos contacto en la parte interior del neumático con la pista. Para arreglar eso, puedes acudir a la ganancia de cámber y ajustar la suspensión para conseguir una puesta a punto óptima, pero eso ya es arena de otro costal.
Fuente: Donut Media
Vía: YouTube