El trapecio es un componente perteneciente a la suspensión de un coche encargado de evitar una pérdida de control no deseada. Mediante su acción, la rueda absorberá los movimientos verticales del vehículo, manteniéndola siempre en contacto con el suelo. Esta pieza se conoce como trapecio motivado por la geometría que vislumbran al estar montados en la mayoría de los esquemas de suspensión.
En lo referente a las suspensiones automotrices, un brazo de suspensióno eslabón de control es un miembro de la suspensión, que se une en solo dos puntos. Un punto es la carrocería o el bastidor del vehículo, y el otro punto se une a la rótula, el montante, el eje u otro eslabón. En sí, el enlace pivota sobre un buje o una rótula en cada uno de los puntos de conexión con un grado de libertad de operación que varía para cada unión de componentes.
Bien, dentro de las conexiones mecánicas de la suspensión de un coche podemos distinguir los brazos, los triángulos y los trapecios. Los primeros hacen referencia cuando su anclaje al chasis y al elemento de la suspensión se hace a través de un único punto en cada extremo. Asimismo, los segundos se distinguen por acoger un enlace doble en uno de los lados, mientras que los últimos vienen con un anclaje múltiple a ambos lados de dicho componente.
Como imaginarás, el trapecio es un elemento de vital importancia para todo el conjunto de la suspensión. Si este está defectuoso, puede derivar en la pérdida del control del coche. Debido a su condición, el trapecio absorbe los movimientos verticales del automóvil, manteniendo los neumáticos en contacto con la superficie. En los vehículos más modernos, muchos de los ejes delanteros cuentan con una suspensión de doble trapecio, la cual brinda una mejor capacidad de respuesta gracias a que su masa suspendida es perceptiblemente menor.
¿Qué problema podemos encontrar en los trapecios del coche?
Como suele ser habitual en piezas móviles sometidas a mucha tensión, se genera desgaste con el paso del tiempo y los kilómetros. Del triángulo que conforma un trapecio, los elementos que mayor desgaste sufren son los silentblocks. Para saber si es necesario sustituir el silentblock se debe evaluar si el coche “tira” de un lado al frenar, y del otro al acelerar.
Otra pieza que puede sufrir una avería es el brazo del trapecio, ya sea uno solo o ambos. Si al conducir o al girar el volante entre sus topes percibes ruidos similares al de una pieza suelta, es altamente probable que al menos uno de los brazos del trapecio tenga alguna avería. En este caso deberías de reemplazar toda la pieza. Sin embargo, si es la rótula el único componente a cambiar, es posible hacerlo sin necesidad de sustituir todo el trapecio.
Sin embargo, cabe decir que, una vez hecho el cambio, es posible que se evidencien problemas en el paralelo a través de una dirección imprecisa (si el coche va recto y el volante está girado, por ejemplo), algo que, en cado de romper, podría derivar en un accidente. Para poder evitarlo es necesario que, una vez ajustada la nueva rótula, un mecánico de confianza se encargue de someter el conjunto a una serie de pruebas y tener un paralelo perfecto.