Me dispongo a contarte mi experiencia en las 24 horas híbridas de Toyota que dieron lugar los días 20 y 21 de octubre en el circuito de Albacete. Antes de nada me gustaría agradecer tanto a mi empresa coches.com como a Toyota la posibilidad de haber podido disputar dicha carrera.
Pues bien, esta aventura para mí empezó el día 20 a las 9:00, de camino en AVE a Albacete pude intercambiar opiniones sobre coches con varia gente dedicada al mundo del motor.
A la llegada al circuito fueron los comisarios los encargados de entregarnos todas las cosas necesarias para nuestra estancia en el circuito. Posteriormente nos dieron un briefing donde nos explicaron la trayectoria de Toyota, repasando el pasado, presente y futuro de la marca nipona. Nos hablaron de varios modelos que verán la luz a partir del año 2016, como es el caso del nuevo RAV4 Hybrid y, sobre todo, la cuarta generación del Prius.
El coche: Toyota Auris Hybrid
El objetivo de la celebración de dicha carrera es unir el sentido de competición con la eficiencia y el bajo consumo, sin tratarse en ningún momento de una carrera aburrida. Nos presentaron el vehículo con el que los seis equipos ibamos a competir, se trataba del último restyling del Toyota Auris Hybrid. en su versión híbrida, que combina un 1.8 litros de gasolina con un motor eléctrico, que pueden funcionar independientemente o juntos, para un total de 136 CV de potencia.
El acabado del coche de mi equipo (nº4) era concretamente el Feel!, y la verdad que el coche se comportó de una manera asombrosa. Cabe destacar que los seis coches eran de serie, es decir, exactamente iguales a los que circulan por la calle.
En la entrada por curva se notó que estabamos ante un coche bastante ágil y con un agarre espectacular, además todo esto unido a unos frenos que respondieron a la perfección.
El circuito
El lugar donde se desarrollarían estas 24 Horas híbridas de Toyota era el circuito de Albacete, dicho circuito cuenta con 14 curvas, de las cuáles 8 son en sentido derecho y las 6 restantes en sentido izquierdo, la distancia es de 3550 metros, de los cuáles 595 metros están destinados a la recta principal. La pista estaba recién asfaltada, por lo que conducir en él era un verdadero placer.
Reto: ojo con combustible y neumáticos
Los retos que nos propusieron fueron los siguientes: Hacer el máximo número de vueltas en 24 horas, contando con un total de 125 litros de combustible divididos en 45 litros iniciales más 4 garrafas de gasolina de 20 litros cada una, que había que utilizar de una en una. En cada respostaje, que debíamos realizar nosotros mismos, debíamos colocar una toalla húmeda sobre el neumático trasero izquierdo, el situado bajo el depósito, debido a que las gomas se calientan mucho. La seguridad por delante de todo.
Además eran obligatorias dos paradas para cambiar los neumáticos, en concreto, el neumático delantero izquierdo, que era el que más sufría, dadas las características del circuito.
Los neumáticos eran de la marca Michelín (socio de Toyota en competición) en concreto, los neumáticos CrossClimate, unos neumáticos que personalmente me dejaron anonadado, demostraron tener un agarre espectacular tanto en seco como en mojado. Lo realmente interesante de todos estos retos era que ibamos a ser nosotros mismos los encargados de hacer los repostajes y los cambios de ruedas.
El equipo
Y ahora es cuando viene lo interesante: la puesta en marcha. A las 15:00 horas del día 20 se dio salida a todos los coches, una salida tipo Le Mans (una prueba de resistencia en que la marca participó este año, también con tecnología híbrida, con el Toyota TS04 Hybrid). Afrontamos el reto en el coche número 4 un equipo de seis integrantes (por siete del resto): Eramos Diego Zotes de Autocity, Enrique Trillo de AutoBild, Alfonso Herrero de km77, Rafael López de Car e Iñigo Almazán un seguidor de @Toyota_Esp y yo mismo, Jesús Ramos de coches.com.
Diseñamos una estrategia buscando el equilibrio entre velocidad y consumo, ya que nuestra idea era obtener unos consumos de entre 6 y 6,5 litros… así que las primeras horas tuvimos bastante precaución con el pedal derecho. Para controlar los consumos, la aguja del cuadro de instrumentos la manteníamos entre la barrera de ECO y POWER, en las llegadas a curva bastaba con quitar el pie del acelerador para que así entrara en contacto el CHG y poder bajar las cifras de consumo.
La noche
La conducción nocturna es delicada por la flta de visibilidad. Contábamos como gran aliado con los faros halógenos, mientras que otros equipos tenían unidades con los LED, que iluminan mejor y cansan menos la vista. Para más inri, la noche vino acompañada de la lluvia. Todos estabamos desconcertados, no sabíamos nada sobre el grip que tendría la pista, pero ahí fue el preciso instante donde me dí cuenta del agarre que proporcionaban los neumáticos Michelin Crossclimate, unos neumáticos que no diferencian entre agua o seco, agarran igual en cualquier condición a la que se les exponga.
La primera vuelta que di en mojado fue con precaución al coger los pianos, pero al ver tal agarre la segunda vuelta apreté. No fui el único en darse cuenta, el piloto Marcos Martinez Ucha empezó a marcar tiempos de 2:30 en mojado.
5:30 de la madrugada, vuelta 308, mi equipo y yo decidimos hacer el primer cambio de neumático izquierdo delantero de los dos obligatorios. Al ver en que estado se encontraba, nos arrepentimos de haber realizado dicho cambio, estaban ¡perfectos!, no los exprimimos una tanda más y nos pasó factura posteriormente.
Amanece, que no es poco
Al amanecer nos situabamos en segunda posición y con un consumo cercano a los 6 l/100km. Mi equipo y yo estabamos contentos, habíamos mantenido un ritmo de carrera bastante bueno pero sin dejar de lado el consumo, por lo que veíamos verdaderas opciones por alzarnos con el primer puesto.
A eso de las 11:00 de la mañana nos disponíamos a hacer el segundo y último cambio de neumático, pero en este caso dirección de carrera nos obligó a cambiar el neumático delantero derecho. Esta decisión creó polémica más tarde, dado que el neumático que más sufría era el izquierdo, y como era de esperar, el neumático izquierdo cambiado en la madrugada no podría llegar a meta.
Oh, Oh…
En torno a la 13:30 llegaron las malas noticias, cuando nos disponíamos a hacer única y exclusivamente el cambio de piloto, dirección de carrera nos comunicó que debíamos cambiar de inmediato el neumático delantero izquierdo, la pérdida de tiempo fue considerable, cercana a los ¡6 minutos!
Como cabía de esperar, empezamos a caer posiciones y nuestra moral pasó de estar en lo más alto a estar por los suelos. Al salir del Pit nos encontrábamos en cuarta posición, a vuelta perdida con el primer clasificado, por lo que ya, de perdidos al río.
Ganar o morir
La parte más interesante de carrera estaba por llegar, el último sting era «ganar o morir». Yo fui el encargado de subirse al coche y dar todo en la pista… y empecé a rodar en tiempos bastantes rápidos.
Dentro de la pista iba con muy buenas sensaciones, apurando al límite e intentando recuperar los puestos perdidos, por radio iba comunicando al equipo que no sabía nada acerca del combustible disponible, dado que al saltar la reserva la autonomía quedó a 0, pero como he dicho anteriormente, «ganar o morir» por lo que tiré tiré y tiré.
A cada paso por meta, ver a los miembros de mi equipo apoyándome desde el muro me hacía ser unas décimas por vuelta más rápido. Las primeras vueltas de la última tanda las iba marcando a un ritmo cercano a 2:16. Poco a poco y para sorpresa de todos, iba recortando terreno al coche de delante pilotado por Marcos Martinez Ucha. Llegué a situarme a menos de un segundo de él, íbamos manteniendo una limpia y bonita batalla, ambos estábamos poniendo en pista toda la carne en el asador, recortando vuelta a vuelta la distancia con el líder, marcando tiempos de 2:14. Esta batalla duró entre 4 y 5 vueltas, cuando me vi perjudicado por un coche doblado y ya perdí la referencia de Marcos, que siguió apretando hasta situarse a menos de un segundo en la última vuelta del primer clasificado.
Finalmente pasé por línea de meta tercero, aunque después conseguimos el segundo escalón del cajón, debido a una sanción al equipo nº 1, por no apagar el coche en el cambio de piloto.
Por delante de nosotros, solamente el ganador de la prueba, que fue el equipo nº3, completando 505 giros y 1.792,2 kilómetros, el consumo medio fue de 6,8 l/100 km (igual que el año pasado), por lo que finalizó con un gasto de aproximadamente 123 litros, dos menos de los 125 que teníamos a nuestra disposición. Mi equipo y yo hicimos el mismo número de vueltas que el equipo ganador, finalizando la carrera a apenas 21 segundos de ellos.
Ha sido una experiencia muy gratificante que espero poder repetir, una vez más gracias a coches.com, integrantes del circuito de Albacete, Restauración y Toyota.
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