Son decenas los conspiranoicos que aprovechando la impunidad de internet vierten en diferentes blogs de una más que dudosa calidad estética teorías acerca del supuesto paradero de Elvis Presley. Y es que para muchos el rey del rock sigue vivo, alejado de la primera plana mediática y al paracer, también sin coche.
Chascarrillos sin gracia aparte, las pertenencias de las grandes estrellas de la música y el cine se ha convertido en una considerabe fuente de ingresos para sus familiares y las casas de subasas que ejercen de intermediarias. La última reliquia que sale a la venta es un espectacular automóvil que en su día perteneció al rey del rock and roll.
En sus inicios musicales, allá por enero de 1956, Elvis Presley fue el orgulloso propietario de un Cadillac Series 75 Fleetwood , que adquirió en Alemania durante el cumplimiento del servicio militar. Se trataba de uno de los automóviles más lujosos y codiciados de la época y que Presley adqurió gracias al aval de su padre.
Con unas medidas superiores a los 6 metros de largo y las 2 toneladas de peso, este imponente cadillac, originalmente azul, pero repintado por Elvis en color negro, está equipado con un motor de 6.0 V8 de 340 caballos.
Durante años el Cadillac fue utilizado para transportar a los diferentes miembros de la banda durante las giras musicales por el sur de Estados Unidos, hasta que el tiempo y el lanzamiento de modelos más funcionales obligó a su retirada. Tras ello, durante los años 90 estuvo expuesto en el Elvis Presley Museum, para posteriormente pasar al Elvis-a-Rama Museum de Las Vegas.
Al contrario que otros vehículos relacionados sin demasiadas evidencias con el cantante, el Cadillac Series 75 Fleetwood aún conserva la documentación oficial así como un manual de usuario firmado por Presley, que serviría como documento probatorio. Los responsables de la subasta esperan que el precio de venta final oscile entre los 100.000 y los 150.000 dólares.
Vía:Diariomotor