Las algas son las plantas claves para casi cualquier cosa. Por un lado, pueden ser una fuente potencial de biocombustibles, pero también se le pueden dar usos completamente distintos, desde suplementos nutricionales hasta la creación de cosméticos. Cuando se cultiva con propósitos comerciales, su crecimiento es ayudado normalmente con fertilizantes químicos.
El coste de esos productos químicos disminuye los beneficios, pero también son necesarios para los cultivos más tradicionales. Es por eso que los científicos de la Universidad de Rice en Houston están investigando el cultivo de algas en las aguas residuales municipales: ese agua contienen ya su propio fertilizante y las algas podrían ayudar a limpiar el agua.
Según un artículo publicado recientemente por la revista Algae, el equipo de Rice, dirigido por los investigadores Meenakshi Bhattacharjee y Evan Siemann, experimentó con diversas cepas de algas ricas en petróleo en unas piscinas al aire libre y cubiertas de agua de una de las plantas de tratamiento de aguas residuales de Houston. Tras 14 semanas de pruebas, se descubrió que no sólo prosperan las algas, sino que, además, consumen más del 90% de los nitratos y 50% de fósforo en el agua, necesario para su crecimiento.
En un estudio anterior, unos investigadores en Kansas intentaron cultivar algas en las aguas residuales. En ese caso, las algas consumieron mucho menos del fósforo, un hecho que podría deberse a una temperatura más fresca. Parece que esta tecnología se adapta mejor a las regiones con climas cálidos, como Texas. No obstante, los científicos están en este momento examinando otras variables que pueden afectar al proceso y evaluando la relación coste-eficacia del sistema.
Fuente: Rice University