La tecnología avanza a pasos agigantados y si no que se lo pregunten a Elon Musk ya considerado el ‘Tony Stark de la vida real’ porque vaya si tiene imaginación este hombre. Sus ideas son arriesgadas y está se lleva la palma, Musk ha incorporado a su Tesla Model X, que llegó pisando fuerte, un sistema de defensa contra armas biológicas.
Es una joya de la tecnología tan cuidada que este sistema ofrece en el interior del coche un aire tan limpio como el de un hospital. Funciona con tan solo activar un botón en el panel de control del coche y lo que hace es maximizar el uso de los filtros del vehículo deshaciéndose de las toxinas biológicas y agentes contaminantes que pudieran afectarnos en el interior del coche.
Parece que han querido hacer un guiño a la polémica de Volkswagen además de pensar que si de repente entrasemos en la 3ª Guerra Mundial -que seguramente sería mucho más agresiva y peligrosa que las otras dos con todos los avances desarrollados en todos estos años- en el model x estaríamos completamente seguros si hubiera un ataque biológico, al menos en teoría, y la verdad que tiene todas las papeletas a ser el próximo de James Bond.
¿Cómo probaron está tecnología? Primero se inspiraron en los sistemas de filtración de aire que se utilizan en los hospitales, salas blancas y la industria espacial creando un sistema de filtración HEPA capaz de separar el aire del exterior del polen, bacterias y la contaminación antes de entrar en la cabina y la limpieza sistemática el aire dentro de la cabina para eliminar cualquier rastro de estas partículas, lo que significa que este sistema es mucho más potente que cualquier otro filtro de automoción.
El sistema de filtración de aire se puso a prueba en entornos del mundo real de autopistas de California durante las horas punta, fueron a los pantanos malolientes, vertederos y pastizales para vacas en el valle central de California, a las principales ciudades de China. Quisieron asegurarse de capturar partículas contaminantes gaseosas y finas, así como bacterias, virus, polen y esporas de moho.
Quisieron ir más allá y probarlo en un entorno que pudieran controlar de forma precisa y bajo un seguimiento cuidadoso de las condiciones atmosféricas. Un modelo X se colocó en una gran burbuja contaminada con niveles extremos de contaminación. A continuación, cerraron las puertas de gaviota y activaron el modo de ‘Defensa arma biológica’.
En menos de dos minutos, el sistema de filtración HEPA había fregado el aire en el Modelo X, con lo que los niveles de contaminación de un extremadamente peligroso a niveles tan bajos como para ser indetectable (por debajo del umbral mínimo de ruido) por sus instrumentos, lo que les permitió quitarse las máscaras de gas y respirar aire fresco mientras se está sentado dentro de una burbuja de alta contaminación.
El sistema de defensa contra un arma biológica (bioweapon) no es una broma, si hubiera un atentado biológico y te encuentras sentado en tu Tesla model X serías un superviviente.
Fuente: Tesla