Todo el mundo sabe que un coche de alto rendimiento ha de llevar un asiento de corte deportivo que vaya a juego. La mayoría de seguidores del mundo del motor nos hemos criado suspirando por la competición y también por los asientos Recaro donde soñábamos sentarnos algún día. Sin embargo, la que probablemente sea la empresa más conocida del sector en este aspecto, se ha declarado en bancarrota y podría estar cerca de un cierre inminente si no cambian las cosas.
Que los asientos de tus sueños estén en la cuerda floja es una noticia que ha sorprendido a muchos. La firma con sede en Kirchheim unter Teck (Alemania) tiene más de un siglo de vida, pues sus orígenes datan de 1906 cuando Wilhelm Reutter comenzó a fabricar carrocerías e interiores de automóviles. Sin embargo, luego separaría su actividad y cambiarían las cosas. Durante una etapa fue propiedad de Porsche y luego incluso se aventuró en la actividad de los asientos para aviones, que ha sido muy lucrativa.
En los tiempos recientes, Recaro fue vendida a Johnson Controls en 2011, que posteriormente pasaría derechos de Recaro Automotive (parte dedicada al automóvil) a Raven Acquisitions, un fondo estadounidense, hace apenas cuatro años. Por eso sorprende un poco la situación de bancarrota. El sindicato alemán IG Metall es el que se está encargando de la gestión y parece que los trabajadores están muy descontentos. En los últimos años habían renunciado a subidas salariales y prestaciones para ayudar a mantener a flote la empresa.
Actualmente, son 215 personas las que trabajan en la sede de la firma y su futuro no está claro. El sindicato quiere asegurar los puestos de trabajo y encontrar una solución sostenible, pero todavía están en negociaciones. Hay que aclarar que la única división que se ha declarado en quiebra es Recaro Automotive, que las ramas dedicadas a asientos para aviones, sistemas de retención infantiles o mobiliario de oficina gozan de buena salud. Lo ideal sería que algún gran fabricante relanzara esta empresa para asegurarse su continuidad
Fuente: Wirtschafts Woche