Ahora que estamos ante uno de los mundiales más atípicos de la historia por varios factores, echamos la vista atrás para rememorar otros tiempos de la competición. En este caso, viajamos al Mundial de 1974, celebrado en Alemania Occidental. Aunque lo terminaría ganando la República Federal Alemana en una disputada final contra Países Bajos, vamos a dejar el fútbol en un plano secundario para hablar de los desplazamientos. Cada equipo recibió un autobúsMercedes-Benz O 302 rotulado con sus colores nacionales para ir a los estadios.
Fue un vehículo importante para la marca, tanto que actualmente el del equipo nacional está expuesto en el Museo Mercedes-Benz. Y es que con este autobús consiguieron visibilidad a nivel internacional en esta competición celebrada hace casi medio siglo. En el 74 participaron dieciséis naciones y todas tenían su vehículo especialmente preparado para la ocasión. Además de tener el nombre y los colores del país (como el negro, rojo y dorado en el alemán), contaban con todo tipo de facilidades.
Curiosamente, cada asiento tenía cenicero y había un grifo de cerveza incorporado y baño al fondo del autobús, claramente eran tiempos diferentes. Los asientos recibían una tapicería de tela y contaban con fundas reposacabezas, incluso se habla de que cada jugador tenía su asiento asignado (al menos en el caso de Alemania). Era una completa novedad que estuviera disponible el aire acondicionado, gracias a un sistema Thermo King que se ubicaba en el techo de la parte trasera y servía para refrigerar los momentos más cálidos del verano de 1974.
Por dentro estaban bien equipados para que los jugadores viajasen con comodidad, mientras que el exterior no pasaba desapercibido. Estaban los colores del país, el logotipo de la Copa del Mundo de 1974 y también las mascotas. Desde la parte trasera saludaban los famosos Tip y Tap de la Alemania Occidental. El autobús Mercedes-Benz O 302 llevaba en el mercado desde 1965 y había tenido bastante éxito.
Estaba disponible con cuatro motores diesel atmosféricos de seis cilindros con potencias comprendidas entre los 126 y los 240 CV. También incorporaron suspensión neumática a partir de 1971 para mejorar el confort en marcha. Al final de su vida comercial, en 1976, habían producido más de 32.000 unidades.
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