La marca Bentley decide cubrir el hueco existente en la gama de su berlina de lujo, el Bentley Flying Spur. A los motores actuales V8 y el W12, se suma una variante denominada Bentley Flying Spur V8 S, que incorpora elementos distintivos como la parrilla en color negro, el difusor trasero o las llantas de 20 pulgadas de serie.
Esta nueva variante parte de la base de la versión V8, aunque el de la denominación S añade 21 CV más al bloque de 4.0 litros biturbo, que ahora pasa a tener 528 CV y 680 Nm de par máximo. Las modificaciones realizadas en el motor y en la caja de cambios automática ZF de ocho velocidades se traducen en una mejor respuesta a un régimen bajo de vueltas.
Su nuevo chasis ha sido orientado hacia la deportividad, sin perder de vista en ningún momento el confort que los Bentley ofrecen. Para ello equipa suspensiones neumáticas con amortiguadores activos y tracción total (40:60).
Las prestaciones son bastante aceptables, y más si tenemos en cuenta que se trata de una berlina de 5,3 metros de longitud y 2,5 toneladas de peso. Según los británicos, este nuevo Bentley Flying Spur V8 S es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y de alcanzar los 306 km/h. Para un carácter deportivo, la nueva variante cuenta con un modo de conducción S, de ahí el nombre del modelo. Más llamativo aún son si cabe sus consumos. A pesar de su enorme longitud, su peso y su potencia homologa 10,9 l/100 km. Esta cifra sería más alta de no utilizar el sistema de desconexión de cilindros cuando no precisa usar toda su potencia.
Las novedades también afectan al interior, donde podemos encontrar inserciones de madera de color negro, asientos exclusivos a dos colores con bordados (opcionalmente) en forma de diamante, tapizado del techo en contraste y conectividad Wi-Fi.
Toda esta información nos deja boquiabiertos, pero claro, no esperábamos menos de un coche exclusivo cuyo precio será de 230.000 € aproxidamente.
Fuente: Bentley
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