El 20 de mayo entra en vigor el reglamento que obliga a los fabricantes de vehículos a facilitar los datos necesarios para poder realizar la ITV. Con esta información se podrán verificar los sistemas de seguridad obligatorios.
Es en 2022 cuando se harán obligatorios una serie de sistemas de ayuda a la conducción a la Unión Europea. De este modo, cualquier vehículo que se venda como coche nuevo dentro de un par de años tendrá que contar con una unidad de almacenamiento de datos y los siguientes elementos:
- Avisador de distracciones y somnolencia.
- Frenada automática con detección de peatones y ciclistas.
- Cámara de visión posterior.
- Asistente de cambio involuntario de carril.
- Asistente de velocidad inteligente.
La gran mayoría de coches nuevos actuales cuentan con estos sistemas, o al menos con alguno de ellos. Se trata del primer paso hacia la conducción autónoma e incrementan notablemente la seguridad. Eso… siempre que funcionen corectamente. Para ello es necesario, como indican desde el Consejo de Seguridad del Transporte Europeo (ETSC), «no solo implementar los nuevos sistemas de seguridad, sino también de crear un marco legal para poder controlarlos y verificarlos durante toda la vida útil del coche”.
De este modo, el 20 de mayo entra en vigor el Reglamento de Ejecución 2019/621 de la Comisión Europea, que obliga a los fabricantes de vehículos a facilitar todos los datos necesarios para poder realizar la ITV.
Con esta información, las ITV podrán verificar desde esa fecha el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad que son obligatorios por ley (ABS, airbags, ESP…)… y a partir de 2022, también podrán verificar los nuevos elementos obligatorios, como los sistemas ADAS. De esta forma, cuando un coche adquirido en 2022 pase su primera inspección técnica en 2026, la ITV podrá revisar que sus sistemas ADAS funcionan correctamente. Eso sí, antes será necesario que el Ministerio competente regule el procedimiento a aplicar en la inspección.
¿Cómo funcionan los sistemas ADAS?
Los sistemas ADAS los componen un conjunto de sensores (cámaras, radar y ultrasonidos, principalmente), que va ligado a una unidad o «cerebro» es la que interpreta esos datos que le llegan.
Cuando tienes un coche no puedes hacer gran cosa para mantenerlos, no son como un componente mecánico. Tendrás que acudir a un servicio oficial o a un taller para que comprueben de manera electrónica que el sistema no tiene fallos, en cada revisión oficial.
En caso de accidente es necesario volver a calibrar las cámaras y sensores para que funcionen de manera adecuada. Esto afecta, como cuentan desde Carglass, especialmente al parabrisas, que aloja algunos de los sensores de los sistemas ADAS. Cuando se sustituye un parabrisas, hay que desmontar las cámaras del cristal roto y montarlos en el nuevo. Una vez instalados, estos sistemas han de ser recalibrados para asegurar que funcionan con la máxima precisión y proporcionan la información correcta a los sistemas de seguridad.
Vía: Newspress