Se cumplen 35 años de un hecho histórico para Citroën. El 16 de septiembre de 1982, una caja de madera suspendida del primer piso de la Torre Eiffel iniciaba un lento descenso hacia la base del monumento. Por fuera, sólo un mensaje: “Aquí está el nuevo Citroën”. Una semana después, se desvelaba el misterio en el propio monumento francés: el Citroën BX se presentaba a la prensa en medio de un espectáculo de luces y pirotecnia.
Este modelo francés fue todo una revolución en su época, además de un gran éxito comercial: se matricularon más de 2.300.000 unidades en todo el mundo.Además, el Citroën BX contribuyó al crecimiento de la industria en nuestro país, ya que de la planta de producción de Citroën situada en Vigo salieron un importante número de ejemplares de este icónico modelo.
El Citroën BX destacó por el excelente confort y comportamiento en carretera que le proporcionaba la suspensión hidroneumática. La versión más prestacional de este modelo, el BX GTi 16 V, fue toda una revelación. Esta variante ofrecía una potencia de 160 CV y era capaz de alcanzar los 220 Km/h.
En 1982, el fabricante galo necesitaba un modelo para sustituir al Citroën GSA. Se buscaba una alternativa rompedora en diseño, que lograra conectar con las necesidades y los gustos del consumidor y que mantuviera las señas de identidad de la marca: prestaciones, confort y una excelente dinámica en carretera. En este contexto, el Citroen BX llegó al mercado como un soplo de aire fresco para la marca francesa.
La berlina de cuatro puertas llamó desde el principio la atención por sus líneas rectas y angulosas, fruto de un diseño futurista y dinámico creado por el diseñador Bertone Marcello Gandini, autor de varios deportivos italianos míticos de los años 70. La estética futurista del Citroen BX fue continuada en la década de los 90 con los siguientes lanzamientos de la marca:los Citroën AX, ZX y XM.
Entre 1983 y 1992, se produjeron más de 222.300 unidades en la planta de producción de Vigo.
Fuente – Citroën
Vía – Newspress
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