Si algo está olvidado y para ti tiene un sentimiento emocional muy fuerte: no lo saques a la luz. Esto es lo que deben de pensar los fans de Saab ante la noticia de que un concesionario de Saab en Francia que estaba totalmente abandonado está siendo saqueado para mal. Te contamos la historia del concesionario abandonado de Saab que se hizo famoso.
Buceando en internet y en foros de la marca nos hemos encontrado con una historia de hace unos años bastante curiosa. La historia tiene de todo, nostalgia, coches y misterio; y es que los lugares abandonados como que tienen un algo especial que nos incita a adentrarnos en ellos y más si sumamos historia reciente de uno de los fabricantes icono de Europa.
La historia empieza en un foro de entusiastas de Saab donde se postea en 2021 por primera vez que hay un concesionario de Saab abandonado e intacto. Tal cual. Los dueños cerraron un día para no volver a abrir dejando al exposición, taller y oficinas como si todos los empleados volvieran al día siguiente. Pero allí no volvió nadie.
El detonante y la quiebra
El concesionario se viralizó rápidamente en redes sociales y en demás foros relacionados con el motor y con los nostálgicos de Saab y hace unas pocas semanas salió de nuevo a la palestra por un grupo de YouTubers que visitaron el desangelado lugar dando testimonio de los Saab 9000, los Saab 9-5, y algún que otro Saab 93 que yacen desmantelados en el taller y exposición.
La historia de Saab y su bancarrota la conocemos, pero en concreto la del distribuidor no la tenemos clara. Pero para eso está internet y hemos podido rescatar una versión aproximada:
La historia del distribuidor de Saab es turbia. Se fundó en 1972 como una empresa familiar y prosperó junto con Saab como fabricante. Sin embargo, cuando Saab comenzó a enfrentar problemas en la década de 2000, la salud de uno de los propietarios se deterioró, dejando a su hermano a cargo. Al parecer, este nuevo responsable gestionó mal el negocio y cobró precios excesivos a los clientes. La recesión posterior llevó al colapso del distribuidor. Aunque se esperaba su liquidación en 2010, por razones desconocidas, esto nunca ocurrió, dejando las instalaciones del concesionario en una forma decadente pero reconocible.
En los últimos años una mezcla de vandalismo y/o coleccionismo se ha apoderado del lugar y en resumen y visto lo visto, hay veces que es mejor que las cosas perdidas permanezcan como tal: perdidas.
Fuente: Forgotten Buildings y Saab blog