Podemos llegar a la conclusión que si un hombre cruza EE.UU de costa a costa (de Nueva York hasta Los Ángeles) con su coche es una locura. Pero más locura es si lo realiza en 28 horas y 50 minutos y alcanzando velocidades fuera de toda lógica para carreteras abiertas al público.
El protagonista de esta peligroso récord ha sido Ed Bolian, de 28 años de edad y originario de Atlanta. Bolian llevaba desde los 18 años preparando este viaje, y lo acompañaron Dave Black y Dan Huang. El primero de ellos fue el copiloto y el segundo ayudante del equipo, que supervisó la tecnología del coche mientras observaba los obstáculos.
Este viaje le ha servido para superar a las anteriores personas en lograr este récrod, que lo consiguieron en 31 horas y cuatro minutos. Para pasar a la historia, Bolian eligió un Mercedes-Benz CL55 AMG, un coche rápido pero que no consume una barbaridad. Además, cuenta con un sistema de suspensión activa, necesaria para soportar el peso de dos tanques de combustible adicionales en el maletero.
Al depósito de combustible de 87 litros que venía incorporado de fábrica, le añadió dos más de 83 litros. En total, 253 litros que le permitían hacer 1.287 kilómetros sin parar. Así se detenía lo menos posible y aumentara su velocidad promedio.
Ed Bolian asegura que no ha querido calcular cuánto le ha costado el viaje. Sí sabe es que se dejó unos 6.600 euros en reparar el desgaste del vehículo. Y es que tras el récord, el cuentakilómetros registraba unos 185.000 kilómetros.
Antes de emprender el viaje, y como vemos en las imágenes, el puesto de copiloto del coche estaba equipado con una serie de elementos necesarios para evitar ser atrapados por exceso de velocidad, como por ejemplo:
- Detectores de radar.
- Dos inhibidores láser.
- Interruptor para apagar las luces traseras: con esto evitaban que no fueran vistos en ciertos momentos del viaje por la policía.
- GPS con alertas de tráfico.
- Aplicaciones de teléfonos móviles inteligentes: para así realizar un seguimiento del tráfico y de los posibles controles de velocidad.
- Escáner de policía.
La velocidad media fue de 160 km/h y llegó a alcanzar una velocidad máxima de 254 km/h, la velocidad de su coche está limitada electrónicamente a esa cifra, si bien Ed Boilan asegura que la mayoría del tiempo condujo más despacio. «No íbamos a una velocidad descabellada». Está claro que su definición de «descabellada» difiere de lo que pensamos la mayoría de los que podíamos compartir carretera con él.
Parece imposible que, conduciendo durante casi 29 horas a toda velocidad, no tuviera algún tipo de problema o percance con la policía. Apenas uno. Tras fallarle el GPS acabaron en una dirección equivocada y la policía les paró. Ni siquiera les multaron, simplemente les advirtieron. Según cuenta Bolian, los tres respiraron aliviados al ver que el oficial no realizó ninguna pregunta sobre el fuerte olor a gasolina que salía del coche. Aun así, el protagonista de la peligrosa hazaña dijo que tiene absoluto respeto por las fuerzas de la ley, pero que su meta era «hacerlo por mí y hacer un tributo a este capítulo de la historia automovilística».
Bolian reconoce que hacer este viaje fue peligroso. Peligroso nos parece poco, ya que Bolian solo durmió 40 minutos y su copiloto Dave Black una hora. Para aguantar todo este viaje despierto el equipo tomó café, bebidas energéticas y aperitivos. ¿Tiene sentido?
Vía: CNN español