Si, como a nosotros, te chiflan los coches clásicos, si te hablan de Daimler sabrás que no solamente es el Grupo propietario de Mercedes-Benz, sino que se trató de un fabricante inglés famoso por las berlinas, proveedores de vehículos de la familia real hasta que la casa de Windsor pasó a preferir los Rolls Royce. Acabó en manos de Jaguar en 1960, pero justo antes salió de su fábrica un modelo que rompía con los patrones que marcaban la pauta de la empresa, el Daimler SP250, originalmente conocido como Daimler Dart.
El Daimler SP250 nacía en 1959 para codearse con lo mejorcito de los roadsters británicos de la época, aunque fue un incomprendido en las islas. Estaba destinado más bien al mercado de EE.UU. y se basaba en una versión ligeramente modificada del mismo chasis tipo escalera utilizado en el Triumph TR3, sobre la que se asentó una polémica carrocerías de fibra de vidrio construida por la propia Daimler.
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Contaba con renos de disco en las cuatro ruedas, algo poco habitual en aquellos tiempos, pero, sin duda, mayor virtud del auto era su motor V8 de 2.5 litros y que rendía 140 CV. Creado por Edward Turner, de Triumph Motorcycles, fue diseñado como un motor Hemi y es curioso ya que emplea un único árbol de levas central para operar las válvulas de ambos bancos de cilindros. Con él bajo el capó, el Daimler SP250 alcanzaba más de 201 km/h.
En consonancia con las demandas de su mercado objetivo, transmisión automática estaba disponible como una opción. El modelo sobrevivió a la adquisición de la empresa en 1960 por parte de Jaguar, que en abril de 1961 lanzó una versión muy mejorada, el SP250 B, que contaba con un chasis más rígido y una carrocería de fibra de vidrio más gruesa y justo dos años después se presentaba el SP250 C, una versión que difería de la segunda solo en detalles. La estocada definitiva, en 1964, la marcó la llegada de un mito, el Jaguar E-Type.
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Antes de eso, las credenciales del Daimler habían sido reconocidos por la policía, que encargó unos cuantos para como vehículos de persecución de alta velocidad. Las imágenes que ilustran este artículo pertenece a una de las últimas 26 unidades del Daimler SP250 de la serie C que compró la Policía Metropolitana, New Scotland Yard, de Londres y conserva el sistema de radio y la campana Winkworth en la parte delantera.
Antes de esta adquisición, la policía inglesa debía lidiar con motoristas que pilotaban sus motocicletas personalizadas a velocidades obscenas, y burlando la ley porque, sencillamente, no contaban con ningún vehículo que podría atraparlos. Todo cambió con estos relucientes Daimler SP250 de Scotland Yard, capaces de superar las velocidades máximas de las Norton, Triumph, Triton, Ariel o BSA.
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Más allá de «arma de persecición definitiva», el Daimler SP250 fue mal recibido por el público. Votado como coche más feo en el Salón de Nueva York de 1959, pasó sin pena ni gloria a amabos lados del Atlántico, de ahí que hoy en día sea un coche muy extraño de localizar. Y ni qué decir de las unidades originales con especificación especial como este entregados a Scotland Yard.
Ahora esta unidad de las imágenes es bastante más valorada. Se restauró por completo y desde entonces ha ganado casi todos los concursos de belleza en los que ha participado. Como el cuento del Patito feo. Su propietario actual es Chris Evans, futuro presentador de Top Gear, que lo presentó en 2014 en un evento solidario de la BBC, donde lo condujo Annette Mason, esposa del batería de Pink Floyd, Nick Mason.
Ahora Chris Evans lo saca a subasta en el Goodwood Revival que celebrará la casa Bonhams el 12 de septiembre de 2015. Su precio estimado está entre 69.000 y 83.000 euros, una cifra bastante «asequible» si tenemos en cuenta su rareza, el estado en que se encuentra y que ha sido propiedad de un famoso, algo que siempre eleva su precio.
Fuente: Bonhams