Investigadores australianos han descubierto que el desgaste de los neumáticos contribuye en gran medida a la contaminación de las vías fluviales urbanas, produciendo partículas que incluyen microplásticos. ¿Lo bueno? También descubrieron formas efectivas de reducir este tipo de contaminación.
La mayoría piensa que, al hablar de automóviles, la principal causa de contaminación son los gases de escape. Sin embargo, el desgaste de los neumáticos produce más contaminación por partículas en masa. Expertos del Imperial College de Londres aseguraban en febrero de 2023 que el desgaste de los neumáticos en las ciudades podría representar un riesgo hasta cuatro veces mayor para el medio ambiente que otros microplásticos.
Ahora, un nuevo estudio de investigadores de la Universidad Griffith de Australia examinó la cantidad y el tipo de partículas de desgaste de neumáticos (TWP) en la escorrentía de aguas pluviales urbanas y buscaron formas de reducirlas para que no lleguen a los hábitats acuáticos.
A medida que los neumáticos se descomponen, liberan una variedad de partículas que varían en tamaño, desde trozos de goma visibles hasta micropartículas. A nivel mundial, cada año se liberan 6,6 millones de toneladas (6 millones de toneladas) de TWP. Estos desechos no se degradan de manera natural y se acumulan en el medio ambiente.
Tras analizar las muestras de diferentes zonas, los investigadores clasificaron los microplásticos sospechosos por su morfología (fibra, fragmento y perla) y color. La mayoría (85%) de los microplásticos sospechosos en muestras de aguas pluviales se identificaron como polímeros plásticos (microplásticos) entre 3,8 y 59 partículas por litro, y los TWP por sí solos representaron entre 2,5 y 58 partículas por litro del total.
Las muestras de sedimento recolectadas por los investigadores a la entrada y salida de un humedal de aguas pluviales contenían entre 1.450 y 4.740 partículas por cada kilogramo de sedimento, y se observaron más microplásticos en el sedimento en la entrada, lo que indica la capacidad del humedal para eliminarlos. «Los microplásticos que llegan a los humedales artificiales para los sistemas de drenaje de aguas pluviales se depositan en el sedimento y forman una biopelícula, lo que lleva a su acumulación con el tiempo, eliminándolos de la escorrentía de aguas pluviales», aseguran los investigadores
Además de los humedales artificiales, los investigadores evaluaron la eficacia de un dispositivo de tratamiento de aguas pluviales diseñado para eliminar los contaminantes de las aguas pluviales. Se trata de una bolsa hecha de malla de 0,2 milímetros, que se puede adaptar a los desagües de aguas pluviales. Además de sedimentos, basura, aceite y grasa, reduce significativamente los microplásticos en el sedimento.
Ambas estrategias, dicen los investigadores, ofrecen un medio para mitigar la acumulación de microplásticos en ríos. Y es que en el proceso de fabricación, los productos químicos se combinan para producir caucho de alta resistencia. Los ingredientes incluyen hidrocarburos poliaromáticos (PAH), benzotiazoles, isopreno y metales pesados como zinc y plomo… con efectos negativos sobre la salud.
¿Y qué ocurre con los coches eléctricos? A muchos les preocupa que, al ser más pesados, podrían aumentar el desgaste de los neumáticos. De ahí que el Imperial College esté impulsando un enfoque holístico y conjunto ante los desafíos de la sostenibilidad.
Fuente: Griffith University
Vía: Scimex
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