El Dodge Challenger es uno de los muscle car más míticos de la historia. Su actual generación data de 2005 y, como es habitual, se despide del mercado con una versión especial, una Last Call, como le llaman en Estados Unidos. Se trata del Dodge Challenger Black Ghost, que monta el motor 6.2 V8 de 807 CV. Su producción será limitada y (esto es nuevo) habrá 300 unidades con destino a Europa. No será barato, tiene un precio de 145.000 €.
Este tipo de vehículos nunca ha contado con grandes ventas en el viejo continente. No por no ser interesante, pero el consumo de este tipo de motores hacen su uso prohibitivo. Pero unas pocas unidades, de la que posiblemente sea la última versión con motor de combustión (se prevé que lleguen muscle cars eléctricos siguiendo las pautas marcadas por el Dodge Charger Daytona SRT Concept.
El Dodge Challenger Black Ghost forma parte de una colección de siete versiones especiales de despedida del modelo fabricado en Brampton (Ontario, Canadá). Todos, conectados con el pasado. En el caso de la versión que nos atañen con el Dodge Challenger RT SE de 1970, propiedad de Godfrey Qualls, famoso por las carreras clandestinas que se celebraban en Detroit.
Se distingue de otras unidades más convencionales por elementos como la pintura negra, pasadores negros Mopar en el capó o el techo vinilado que imita la piel de un caimán. Cuenta con llantas de 20 pulgadas Satin Carbon Warp Speed, que dejan entrever frenos Brembo con pinzas negras.
El nuevo Dodge Challenger Black Ghost tiene también insignias en guardabarros y alerón o una parrilla distintiva. En el interior no falta un volante forrado en Alcantara con logotipo SRT, elementos de fibra de carbono o los asientos de cuero en Alcantara/Laguna.
Eso sí, lo más interesante de este tipo de modelos se encuentra bajo el capó, con el motor V8 sobrealimentado de 6.2 litros que genera 807 CV (586 kW) y 959 Nm de par máximo, compartido con el SRT Hellcat Redeye Widebody (139.830 euros). Se asocia a una transmisión automática de 8 velocidades que envía la potencia a las ruedas traseras. Homologa un consumo de 20,7 l/100 km, 469 g/km de emisiones de CO2.
Además del motor, cuenta con faros Full LED, acceso y arranque sin llave, climatizador, asientos calefactados con regulaciones eléctricos y un equipo mukltimedia con navegador, compatibilidad con Apple CarPlay, Android Auto y algunas ayudas como la cámara de visión posterior, control de velocidad de crucero o la asistencia al mantenimiento de carril.
Fuente: Stellantis
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