Si hay un tipo de coche plenamnete americano son los muscle car. Coches potentes, con motores enormes… con los que en teoría no casa mucho (más bien nada) la electrificación. El Dodge Charger Daytona SRT Concept es un prototipo que reinventa los muscle car pero que pretende que sigan viéndose, conduciéndose y oyéndose como los Dodge con motor V8.
Empecemos por lo estético. Se inspira claramente en el legado de la marca, en concreto en el Charger Daytona de los años sesenta del siglo pasado. Se trata de un coche ancho y destaca sobremanera el R-Wing. No tener un gran bloque delante al que refrigerar permite tener un capó más bajo, pero Dodge ha inlcuido esa especie de alerón delantero. Lo iguala con el pasado y genera carga aerodinámica, cuando el aire pasa por la parrilla y sale sobre el capó.
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También hay guiños clásicos en las puertas (con manillas enrasadas con la carrocería). Y al abrirlas, un interior prácticamente de producción. El habitáculo tiene un diseño deportivo y mucha proliferación de pantallas. De 12,3 para el sistema de infoentretenimiento, ligeramente incclinada hacia el conductor, que dispone de otra de 16 pulgadas para el cuadro de instrumentos y un Head-Up Display de 8,0 pulgadas.
Quizá el volante parece algo delgado y los mandos táctiles no convencen demasiado en un coche de estas características. Cuenta con levas para el cambio (parece que han simulado marchas), con mandos para el encendido y control de modos de conducción, que han llamado Auto, Sport, Track y Drag. Todo muy convencional y salvo los asientos individuales o el techo de cristal panorámico podría llegar a producción tal cual.
Luce como un Dodge… y parece que también correrá como tal. No hay muchos detalles del motor, pero la marca indica que funciona a 800V de tensión (que Dodge ha bautizado como Banshee al sistema eléctrico), que tiene tracción integral (¿un motor en cada eje?) y que las prestaciones superan a las de un Hellcat de 717 CV.
La transmisión eRupt anuncia que tiene diferentes velocidades y transiciones entre las mismas para «experiencia de cambio electromecánica». Otra característica novedosa es el escape Fratzonic Chambered Exhaust.
De este modo, sonará como un Dodge. Se trata de un sistema, pendiente de patentarse, con una cámara de resonancia que impulsa su sonido a través de un amplificador y una cámara de sintonización ubicada en la parte trasera del vehículo. La marca asegura que emite 126 decibelido, como el SRT Hellcat en aceleración. «Hace temblar los huesos, creando una experiencia de sonido visceral», aseguran.
El final de los Dodge Charger y Challenger se prevé para diciembre de 2023. Entonces será cuando podamos ver la concreción de este prototipo en un modelo de producción. ¿Legará a Europa por los canales convencionales? Todo es posible con los coches eléctricos, sin el lastre de las emisiones. Pero no olvidemos que este prototipo compartirá plataforma con los futuros Alfa Romeo Giulia y Stelvio 100% eléctricos.
Fuente: Dodge
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