Sin ánimo de convertir esto en un foro de debate político y respetando las costumbres y tradiciones de cualquier país, hay circunstancias que independientemente del prisma con el que se mira, no pueden producir otra cosa que el más absoluto rechazo.
Manal Al Sharif es una mujer natural de Arabia Saudí que fue detenida el pasado 21 de mayo por agentes de la policía de tráfico y la policía religioso. El delito, simplemente conducir un vehículo por las calles de la ciudad de Jobar. Fue liberada a las pocas horas pero volvió a ser detenida cuando subió un video a Youtube, donde se muestra a ella misma al volante y cuyo objetivo era animar a otras mujeres a coger el coche.
Desde entonces y según diversos periódicos de diferentes países que citan fuentes muy próximas, Al Sharif está recluida en la prisión de Damman acusada de “mancillar” la reputación de Arabia Saudí en el extranjero y de “agitar” la opinión pública.
Lo más sorprendente es que es que en aquel país no existe ninguna legislación que prohíba específicamente la conducción a las mujeres, aunque varios clérigos radicales han emitido “fatuas” en este sentido, circunstancia que, al tratarse de un país teocrático, tiene la categoría de ley de Dios.
Ahora la organización Human Rights Watch, que lucha por el cumplimiento de los derechos humanos en todo el mundo, ha iniciado una campaña para lograr la libertad de Al Sharif. “Detener a una mujer por trasladar a su familia al volante de un automóvil y por mostrarlo después por Internet coloca a Arabia Saudí ante la condena, y de hecho la burla, de todo el mundo», afirma Christoph Wilcke, investigador de Human Rights Watch para Oriente Próximo.
Desde hace unos años, grupos de mujeres de países de todo el mundo realizan una campaña llamada Women2drive y que pretende lograr el derecho de las mujeres a ponerse al volante. Este es el vídeo:
Vía: El País