Una de las cosas que más me llamó la atención cuando viajé a los Estados Unidos fueron sus impresionantes Parques Nacionales. Además de su majestuosidad, es increíble la pasión con la que los cuidan, sobre todo a la fauna que habita en ellos. Y de esos animales, destacan los grandes mamíferos, símbolos de estas joyas naturales.
El gran número de visitantes obliga a cumplir muchas normas, una vez en el Parque Nacional, para no alterar el comportamiento salvaje y natural del oso, el plantígrado que domina los grandes bosques americanos. En Yosemite, por ejemplo, debes guardar cualquier tipo de comida en unos cofres metálicos anti oso (les resulta imposible abrirlas) fuera de las cabañas de madera donde te alojas, para evitar ataques al interior de donde te alojas. También está prohibido (con multas de hasta 500 dólares) dejar comida en el interior de los coches. Los osos la huelen e intentan hacerse con ella, al más puro estilo de Yogui y Bubu a la caza de emparedados. Y ojo, que pude ver cómo los Rangers (los vigilantes del parque), miraban en el interior de los coches para evitar sustos.
Algo así debió ocurrirle al propietario de este Honda Civic en Estados Unidos. Un oso debió sentirse atraido por algo en el interior de este coche compacto. En lugar de romper la ventanilla y cogerlo (el comportamiento habitual), se introdujo en el interior del coche. El problema fue que se quedó atrapado dentro. El oso debió sentirse agobiado por no poder salir y salió a flote toda la furia (y fuerza) que tiene, dejando el coche en el estado que puedes ver en las imágenes.
Según comenta en su página de Facebook Clark Lubbs, el autor de las imágenes, el vehículo pertenecía a un abogado de Hollywood. No nos cuenta si el oso sufrió algún percance ni si consiguió salir del vehículo, pero sin dida el abogado californiano cerrará mejor su coche a partir de ahora cuando visite zonas apartadas de la gran ciudad.
Fuente y fotos: Facebook Clark Lubbs.
Vía: Autobild
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