Hay sistemas de seguridad que no pueden faltar en tu coche por lo que la normativa año tras año incluye una serie de sistemas imprescindibles en los coches nuevos para mejorar así la seguridad vial. Ahora, a estos sistemas obligatorios se suma el freno de emergencia que tendrán que serán incluidos de serie en Estados Unidos en los vehículos que salgan al mercado a partir 2022.
Al vivir en un mundo globalizado toda norma que afecte a un automóvil consecuentemente influirá en el resto del planeta ya que el mercado del motor es muy potente en este sentido. ¡Y más si hablamos de un sistema que salva vidas y evita accidentes!
La estandarización del freno automático sin accionamiento del pedal o AEB propuesta por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico (NHTSA) y el Instituto de Seguros para Seguridad en las Carreteras (IIHS) se llevará a cabo a partir del 1 de septiembre de 2022 en los vehículos cuyo peso bruto llegue a 8.500 libras (3.856 kg) y en los coches cuyo peso se sitúe entre 8.501 y 10.000 libras (3.856-4.536 kg) desde el 1 de septiembre de 2025.
Volvo, por ejemplo, es uno de los fabricantes que ya lo incorporan a día de hoy en toda su flota y en gran parte de los mercados en los que trabaja. Sin embargo, otros están en fase de desarrollo ya que su sistema aún no es eficiente aunque con esta normativa, en 2022 se equipararán todas las compañías automovilísticas disponiendo así de un sistema de frenado inteligente.
Para los fabricantes supone invertir una gran cantidad de recursos económicos en este proyecto aunque los 20 fabricantes que se han comprometido con esta iniciativa disponen de un equipo que ya trabaja en este tipo de sistemas de seguridad. Y es que en seis años el 99% de las compañías: Audi, BMW, FCA, Ford, General Motors, Honda, Hyundai, Jaguar y Land Rober, Kia, Maserati, Mazda, Mercedes-Benz, Mitsubishi Motors, Nissan, Porsche, Subaru, Tesla Motors, Toyota, Volkswagen y Volvo Car tendrán homologado dicho sistema.
La labor de este sistema es esencial ya que el AEB actúa ante cualquier imprevisto que se produzca en la calzada. Mediante el empleo de sensores tales como cámaras y radares detectan a los automóviles que nos anteceden así como a los ciclistas que se cruzan o peatones despistados. En caso de prever una posible colisión advierten primero al conductor y si no se realiza ningún tipo de acción, los frenos se accionan automáticamente para evitar un accidente o reducir su gravedad.
“Con las muertes viales que se producen en el acto, el compromiso adquirido hoy en día tiene el potencial de salvar más vidas que cualquier otra cosa que podamos lograr en los próximos seis años”, explica el presidente y CEO del Consejo de Seguridad Nacional Deborah AP Hersman. A lo que suma que “la inclusión en el acuerdo de todos los modelos de coches asegura que la seguridad no sea solo para aquellos que pueden pagarlo”.
La NHTSA explica que este acuerdo ayudará a que esta tecnología se entandarice en unos tres años, lo que implica un proceso mucho más rápido que si se produjera a través de una regulación formal. Asimismo declaran que el sistema evitará 12.000 lesiones aunque David Zuby, vicepresidente ejecutivo del IIHS y director de investigación, añade en esta línea que “los beneficios de este compromiso son de largo alcance”.
Cabe señalar que este cambio hará que el precio se vea afectado ya que, por desgracia, a mayor tecnología presente en el coche, mayor será su coste. ¡Salvar tu vida y la de los demás siempre debe estar por encima de todo! Para refrescar cómo funciona este sistema te dejamos a cintinuación un vídeo explicativo:
Fuente: IIHS