Desde hace algunos meses la rumorología era constante. General Motors estaba muy interesado en la adquisicón de parte de Peugeot para reforzar su posición entre los constructores europeos, ahora que Opel afronta sus horas más bajas. Finalmente, los rumores se han materializado y la multinacional estadounidense ha anunciado una «alianza estratégica mundial» con el grupo PSA Peugeot-Citröen, gracias al cual General Motors obtiene una participación del 7% en el constructor francés, mientras que este ve ampliado su capital en 1.000 millones de euros.
La alianza se basa en dos pilares. En primer lugar, compartir plataformas de vehículos, componentes y módulos, y en segundo término, constituir una sociedad conjunta de compras que gestionará anualmente un presupuesto de unos 93.300 millones de euros. Los planes de ambas compañías fechan en cinco años la llegada de los primeros modelos fruto de su alianza, gracias a unas sinergias de cooperación de alrededor de 2.000 millones de dólares anuales durante el próximo lustro.
En palabras de Dan Akerson, presidente de General Motors, la asociación «supone una tremenda oportunidad. Las sinergias y nuestros planteamientos de independencia sitúan a General Motors en condiciones de obtener crecimiento sostenible a largo plazo en Europa». En virtud de los términos del acuerdo, General Motors y PSA compartirán plataformas, módulos y componentes en todo el mundo para reducir costes, generar eficiencias y reducir emisiones. Inicialmente, los dos socios se centrarán en coches pequeños y medianos, así como monovolúmenes y todoterrenos.
Además, se plantean desarrollar una nueva plataforma para vehículos de bajas emisiones. Ambas compañías han insistido en que el acuerdo no supone en ningún caso una fusión entre dos competidores directos. Con el fin de garantizar la independencia a la hora de la toma de decisiones, la alianza será supervisada por un comité de dirección global que incluirá el mismo número de representantes de cada compañía.
Vía:El Economista