¿Te imaginas que las carreteras se colocasen solas sobre el camino? ¿Que las vías de adoquines, comunicasen los pequeños pueblos sin que una legión de obreros trabajase en ellas?
Pues parece que esto ya ocurre. Bueno, casi. Se trata de una máquina que es capaz de poner las calles prácticamente sola. Se llama Tiger Stone y su funcionamiento es sencillo: desplegando un substrato geológico y colocando después los adoquines como se coloca un suelo de madera laminada. De esta forma tan fácil aparecen calles y carreteras donde antes no había nada.
Aquí tienes un video de la Tiger Stone en acción. Lo hemos subido al canal de Youtube de coches.com. Sencillamente alucinante.
Después de haber visto cómo trabaja, se ve que necesita un lugar previamente preparado donde colocar el adoquín, además de unos obreros que controlan el proceso. Sin embargo, da lugar a imaginarse un mundo donde las carreteras se contruyesen casi de inmediato, desde los vehículos donde uno viaja.
Existe un libro, Iron Council, escrito por el escritor de literatura fantástica China Tom Miéville, donde los lectores siguen el camino de un vehículo llamado Tren Perpetuo. Funcionaba tendiendo sus propias vías y se movía muy rápido, replegando luego las vías que ponía unos segundos después. Por las descripciones que hace el autor, se parecía a un tanque y accedía a lo más profundo de lugares donde nunca antes había llegado nadie.
Así, era una ruta que se construía a sí misma, como Miéville escribía «con raíles de quita y pon», en un imparabe proceso que le llevaba a nuevos sitios una y otra vez, sin dejar rastro tras de sí.
Vale, el Tiger Stone no es tan utópico ni por asomo, pero es una variante (menos poética) de esa movilidad perpetua, en la que las vías de comunicación llegasen de una ciudad a otra en una sola mañana. Duro trabajo tendrían todos los que hacen mapas de carreteras!
Vía: Tiger Stone
Fotos :