Hay desarrollos tanto electrónicos como tecnológicos que superan con creces cualquier expectativa que se genere sobre ellos. Sin lugar a dudas es lo que ocurrió con la introducción del ABS en el mundo del automóvil. ¿Lo recordáis? Fue un auténtico boom. La empresa Bosch subió a los altares ante tal propuesta hecha realidad. Lo mismo está ocurriendo con el ESP (Control electrónico de estabilidad).
Y, ¿cómo podemos valorar de forma tan grata la pegada que hay tenido el ESP? Podemos hacerlo gracias a un informe que se ha elaborado desde la misma casa alemana. Haciendo un pequeño y corto resumen de todos los datos que aportan, destaca que el aumento de número de coches vendidos con dicha característica, ha supuesto un aumento del 5% desde el 2009. Del 55% al 60%.
Puede que muchos penséis que donde más se puede notar el aumento es en coches de gama alta. Pues todo lo contario. El mayor empuje lo han recibido los coches de de gama baja. El hecho es que en un único año el dato ha subido en 26 puntos. El pasado año contaban con un 23% frente al 39% de este año. A pesar de estos datos inmejorables, los coches Premium siguen siendo los reyes en este aspecto. Ya se trata de un equipamiento de serie, tanto como lo puede ser el cierre centralizado.
Si nos centramos específicamente en España debemos confirmar que el ESP ha sido muy bien aceptado por la mayoría de los compradores. Así lo demuestran los datos, con una subida interesante, de un 65% a un 72%. Lo que nos lleva a adquirir la tercera posición en el mercado. Por delante de nosotros, y en primera posición, se encuentra Suecia con un inmejorable 99%.
Queda claro que tanto los conductores como los fabricantes van asimilando el hecho de que el ESP, a partir de 2011, será obligatorio tal y como se expone en las nuevas normas que regirán en la UE el próximo año.