La escasez de puntos de recarga sigue siendo el principal problema con el que se encuentran los conductores que quieren comprarse un coche eléctrico. Los cargos públicos empiezan en algunos países a ser conscientes de ello. Para impulsar este tipo de vehículos algunas ciudades están invirtiendo en más puntos y ofreciendo rebajas fiscales a los ciudadanos que se decanten por este tipo de coches. Es una forma de reducir los niveles extremos de contaminación que se llegan a soportar en la mayoría de urbes grandes, como París o Madrid.
En Berlín se han apuntado a otra idea, que parece muy interesante. Se trata de utilizar los postes de luz ya existentes para recargar los vehículos eléctricos. Las autoridades de la capital alemana pretenden con esta iniciativa democratizar el acceso a este tipo de transporte y creen que la clave es la cercanía del punto de recarga al usuario. Y, cómo no, pretenden convertirse en un referente en transporte limpio.
No se trata, eso sí, de una idea original de los alemanes, ya que Pekín fue la primera ciudad que instaló este tipo de sistemas de recarga. Aunque sí creen que pueden liderar un nuevo tipo de políticas para impulsar la elección de este tipo de vehículo. Los germanos pasaran de penalizar y cortar el tráfico a los coches más contaminantes, como se viene haciendo en otras capitales europeas, a premiar a los que hagan todo lo contrario y se decanten por los eléctricos.
El coste, que es en lo que muchos estarán pensando ahora, no es lo que cabría imaginar. La conversión de postes de alumbrado público es de unos 400 euros por unidad. En presupuesto quiere decir que se necesitará menos de medio millón de euros para poder llevar a cabo esta iniciativa. Ya hay unos 100 instalados, un número que se espera multiplicar por 10 a lo largo de este año.
Vía: Diario Ecología