Los patinetes eléctricos han sido el vehículo de movilidad personal (que es como los llaman oficialmente) que más ha revolucionado las ciudades en los últimos tiempos. En una primera instancia por circular por aceras y todo tipo de sitios, hasta que se recordó la legislación y las autoridades se pusieron serias. Después llegaron las polémicas con los seguros y los accidentes. Ahora se ha llegado al punto de que Madrid los ha prohibido a partir de octubre por varias razones que vamos a analizar.
Lo primero es que no ha sido una prohibición unilateral. Los usuarios privados que tengan su patinete podrán seguir utilizando, cumpliendo las normas de circulación. Lo que ha hecho el Ayuntamiento de Madrid es revocar las autorización a las empresas de alquiler de patinetes eléctricos. Por lo tanto, se carga a los públicos que podía coger cualquiera mediante el registro en la app alegando que incumplen con las condiciones establecidas en las bases. Todavía tienen un plazo de veinte días para presentar sus alegaciones, pero pinta feo para ellos.
El problema es que han comprobado que el mercado no puede atender a las necesidades establecidas por el Ayuntamiento que garanticen la máxima seguridad posible para los ciudadanos. Eso se traduce en que en 2023 pusieron un proyecto para que hubiera mayor control y seguridad en el alquiler de patinetes eléctricos. Ya se redujo el número de vehículos, limitando a 6.000 patinetes, repartidos a partes iguales por Dott, Lime y Tier Mobility; que fueron las empresas que consiguieron la concesión.
Después, desde el consistorio, han ido haciendo inspecciones periódicas y comprobando que las tres empresas quebrantabas algunas de las condiciones establecidas en las bases del contrato. Eso les da derecho a retirarles el permiso sin que tengan derecho a indemnización. Se quejan de que han impedido al Ayuntamiento de Madrid las inspecciones y también que no han desplegado los patinetes eléctricos de forma equilibrada.
Se dijo de tener 3.600 unidades en el interior de la M-30 y 2.400 en el resto del municipio para mantener el ratio de 10 patinetes por cada 10.000 vecinos, pero no han podido verificar esos datos. Por no hablar de que no han visto que se implementase la tecnología que obligue a los usuarios a estacionar en las zonas habilitadas y siguen encontrando patinetes en lugares indebidos. El último motivo es que la cobertura de los seguros es insuficiente y no alcanza lo precisado en las autorizaciones.
Fuente: Ayuntamiento de Madrid