En coches.com nos dedicamos a probar coches y a compararlos para que conozcas en qué destaca sobre otros. Y ya son unos cuántos años haciéndolo, de ahí que veamos cómo evolucionan las marcas. Una de las que más lo ha hecho. Mazda. Y la clave de ese salto adelante es el Mazda CX-60 PHEV, el primer híbrido enchufable de su historia y con el que se ha ganado el derecho a ser considerada una marca premium.
¿Pero qué es ser premium cuando hablamos de coches? Resumiéndolo mucho, ofrecer alguna cualidad en que la mayoría (las marcas generalistas) no poseen. Hablamos de prestaciones o tecnologías que se salgan de lo habitual, de materiales y ajustes soberbios, de una experiencia de compra y postventa sobresaliente o hasta de intangibles, como la reminiscencia de una trayectoria de éxito o la competición.
Mazda había coqueteado mucho con ser premium. Hace unos pocos meses publicábamos la prueba del Mazda CX-5 2022 y destacábamos su refinamiento en marcha o los buenos acabados, superiores a la mayoría de rivales generalistas. Ahora, tras conducir, tocar y sentir el Mazda CX-60 PHEV, la comparativa ha de ser ya con marcas mucho más reputadas. Porque el coche cumple en todos los aspectos que hemos señalado:
Prestaciones y técnica
El Mazda CX-60 PHEV combina un motor de combustión interna y uno eléctrico. El primero es un bloque de cuatro cilindros de gasolina 2.5 SkyActiv-G de 191 CV y el segundo, con 175 CV (129 kW). Consigue una potencia total combinada de 327 CV y 500 Nm de par. Es el Mazda de serie más potente jamás fabricado, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos. De seguir acelerando, alcanzaría 200 km/h.
Además, gracias a la batería de alta capacidad de 17,8 kWh y 355 V, puede moverse hasta 63 km sin emisiones, por lo que gana la etiqueta Cero de la DGT.
Pero más allá del cuánto, Mazda ha pensado en el cómo. La nueva plataforma no olvida la sensación Jinba-ittai de fusión entre el coche y el conductor tan característica de la firma, incluso fuera del asfalto gracias a la tracción integral i-Activ, con una rigidez en curva y una respuesta rápida a las órdenes. Y la Kinematic Posture Control (KPC), un sistema de control del aplomo del vehículo exclusivo de Mazda, ayuda a mantener la estabilidad en todas las circunstancias.
Tecnología
Como no todos los conductores son iguales, Mazda ha desarrollado una tecnología capaz de reconocer quien se sienta al volante y ajustar de manera automática posición del volante, retrovisores, la pantalla Head Up Display, configuración del sistema de sonido y la climatizaciós. El sistema puede recordar los gustos de hasta seis conductores y almacenar más de 250 ajustes. Además, el asiento se desplaza hacia atrás y el volante hacia arriba para facilitar la entrada y salida del CX-60.
Más allá del confort, la ergonomía de todos los mandos es algo que Mazda cuida como nadie y que agradeces al conducir. Se lleva al extremo la tradición japonesa de la hospitalidad Omotenashi, que no es solamente una muestra de cortesía, sino que su significado se amplía a utilizar todos los recursos y conocimientos para satisfacer a los demás y disfrutar haciéndolo.
Interior
Pocos coches son capaces de desatar esa sensación de entrar en una categoría superior como cuando me subí al Mazda CX-60 con acabado Takumi. Rebosa elegancia, con una mezcla de materiales y texturas sublime. Madera de arce, napa, tejidos que imitan a la tela del kimono, todo de un tacto sublime y unos ajustes que rozan la perfección.
Nos gusta también la integración de la tecnología. Está presente en forma de pantallas, pero sin abrumar con ellas, ya que no es elegante ni confortable. Incluso el sistema de audio Harmonic Acoustics que incorpora una tecnología para eliminar el ruido de fondo de las fuentes digitales de audio. Hay que centrarse en lo que importa.
Más allá del coche
Es tal la confianza de Mazda en sus productos, en la calidad de sus coches y de su servicio de atención al cliente que desde el pasado 1 de septiembre de 2022 han ampliado la garantía de toda la gama hasta los 6 años o 150.000 km.
Mazda quiere que sus clientes se sientan premium más allá del uso del coche y ahí entra en juego el paquete Mazda Unique Experience. Además de la calidad garantizada, vehículo de cortesía gratuito, asistencia en carretera, entrega de coche lavado, o el sistema Caribou, que facilita todas las comunicaciones y gestiones entre concesionario y cliente vía online.
Otra vía para reforzar el compromiso de la marca con el bienestar de sus compradores es la mejora de la conectividad. Para ello, además de poder acceder a funciones del coche por control remoto, se suma la diagnosis por parte del concesionario vía online gracias a los vehículos conectados o incluso la actualización del software del vehículo sin tener que acudir al taller. Todo para mejorar aún más los niveles de satisfacción sobresalientes de los clientes con su servicio de posventa.