Según el último informe del grupo Ecologistas en Acción que mide la calidad del aire en España, durante el 2013 el 95% de españoles estuvieron expuestos a concentraciones de polución y contaminación por encima de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Respirar aire sucio empeora la salud cardiovascular y respiratoria. Un aire más limpio salvaría millones de vidas en todo el planeta (7 millones de personas mueren cada año, de las cuales 20.000 son españolas, según la OMS). Sin embargo, no toda la culpa es de los conductores y el tráfico, ya que son los propios gobiernos y autoridades de los países los que tienen que empezar a tomar cartas en el asunto y, además, de manera urgente. Concretamente hace falta promover:
1. Movilidad en las ciudades
Mucho se ha hablado de la posibilidad de cerrar el tráfico en el centro de las ciudades. En muchas de ellas, es una medida que ya se está llevando a cabo y en otras como, por ejemplo, Madrid, lo que se ha hecho es restringir el acceso sólo para autobuses, taxis, repartidores, vecinos de la zona o residentes. HAce un par de semanas conocíamos que la capital aplicará un protocolo más estricto en episodios de contaminación grave.
A favor de este tipo de acciones destacan que el nivel de saturación y contaminación acústica en el centro mejoraría, y tendría un efecto positivo para el comercio y los negocios. Por contra, habría que mejorar mucho el sistema de transportes y las infraestructuras públicas y, a lo mejor, antes de prohibir totalmente el tráfico habría que probar otras medidas como limitar la velocidad.
2. Uso de tecnologías limpias en la industria pesada
El uso de tecnologías limpias tiene como función la protección del medio ambiente, mediante la prevención de la contaminación. De esta manera, todas las compañías que realicen un adecuado programa de prevención de la contaminación, podrán mejorar las condiciones ambientales, elevar su eficiencia industrial y mantener una adecuada Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Hoy en día, muchas compañías como Shell o Repsol, invierten miles de millones de euros al año en el diseño y creación de productos que no dañen y protejan el medio ambiente.
3. Una mejor gestión de residuos
Los componentes hidrocarbonatos que contienen los aceites usados o lubricantes sintéticos de los motores no son fácilmente biodegradables e impiden el normal desarrollo de la actividad biológica y química del suelo, afectando a la fertilidad de la vegetación. Por eso, es tan importante que este tipo de sustancias sean recogidas y gestionadas en las plantas de tratamiento adecuadas o en los llamados Puntos limpios.
Si quieres saber más sobre qué hacer con el aceite usado del coche puedes visitar este artículo.
4. Planificación urbana
El diseño y el desarrollo urbano deben partir de una planificación sostenible que permita minimizar el impacto de las actividades humanas sobre los ecosistemas y, permitir a los ciudadanos mejorar las posibilidades de llevar una vida sana. Por tanto, es necesario que los gobiernos promuevan la eficiencia energética de los edificios públicos y residenciales, se creen zonas verdes y se fomente la accesibilidad a los servicios públicos para todos los ciudadanos.
Fuente: Ocu