A Manuel José Lara Callejas la muerte le ha privado de todo menos de ser sancionado con una multa de tráfico. El protagonista de esta rocambolesca historia falleció hace ya 20 años, en 1992, a consecuencia de un trágico accidente laboral. El paso a la otra vida no le ha impedido ser víctima del afán recaudatorio del la Dirección General de Tráfico, quién hace tan solo uno días remitió una multa al domicilio familiar por una infracción referida a exceso de velocidad en la autopista AP-2, a la altura de Huesca.
Según el organismo gestor del tráfico en nuestro país, esto sucedió hace tan solo cuatro meses, momento en el que fue cazado por un radar, cuando conducía un vehículo de alquiler. Lo más probable es que la compañía de alquiler de vehículos cometiera un error a la hora de transcribir el DNI del infractor real, motivo por el cual la sanción ha llegado a la persona equivocada.
La metedura de pata de la DGT ha caído como un jarro de agua fría entre los familiares del fallecido, quienes inmediatamente iniciaron acciones para intentar subsanar lo ocurrido. “Mi hermano está muerto y será difícil clarificar los hechos”, asegura Mari Carmen, hermana de Manuel José.
Tras conocer lo sucedido, la Dirección General de Tráfico ha iniciado una investigación para solventar el error. Tras las primeras pesquisas, y según apuntan diferentes medios de comunicación, el organismo concluyó que la empresa de alquiler de automóviles, localizada en Sabadell, transcribió mal el DNI de la persona que realizaba el alquiler.
Vía: LaVanguardia