Si hay un santo y seña de una gran ciudad son los taxis. Ese color especial que imparten a lo largo y ancho de las calles de las grandes capitales del mundo. Por ejemplo, es inigualable la esencia que desprenden los colores reconocibles de los taxis de Barcelona o esos modelos señoriales del Londres de nuestra época. Nueva York es consciente de ello y por ello está en plena búsqueda del modelo ideal para sorprender a propios y extraños.
Ford Crown Victoria tomó la decisión de pasar a mejor vida. Ya había recorrido demasiados kilómetros y había disfrutado encarecidamente de sus maravillosos rascacielos. Era el momento perfecto para una jubilación. Momento cumbre para la llegada del novato.
Tras el anuncio de Ford de aparcar definitivamente su modelo Victoria, Nueva York tomó la decisión de elegir, un único modelo como nuevo coche taxi insignia, de una forma completamente abierta, con un concurso. Así que los fabricantes interesados tuvieron que presentar sus respectivas propuestas. De todas ellas ahora llega la confirmación final de que existen tres modelos seleccionados, entre los cuales saldrá el flamante vencedor.
El primero que dio carpetazo al cambio fue la propia Ford que vislumbró un nuevo modelo que podría resultar acorde. Por ese motivo su propuesta fue la de presentar el Transit Connect como el nuevo taxi de la ciudad. Para gustos colores. Hay muchas voces discrepantes asegurando que no es mejor modelo para presentar. Que dista mucho de la esencia Neoyorkina. Pero de eso, de las esencias, mejor no hablar. Porque, quien nos asegura que dentro de unos años, este dichoso modelo no sea un nuevo buque insignia de la gran capital. Las esencias también se tiñen a base de moda. No lo olvidemos.
La segunda propuesta final, es uno de esos modelos que terminamos apodando como los derivados. Aquellos que nacen de otros. Donde su base dista de lejos de ser una nueva propuesta novedosa con la que impactar. Pero que visto lo visto, también puede cubrir las necesidades de los transeúntes.
El modelo, un derivado del Nissan NV200 Evalia. Y el tercer modelo, se trata de uno de esos que sí, que nacen de la incógnita de si podrán hacerse un hueco en el concurso y mira tú por dónde, van y lo consiguen. La empresa turca Karsan es la tercera finalista.
Tres modelos en la recta final. Ninguno diferente a otro. Porque si observamos la estructura, lo que está de moda son los modelos reducidos. Unas furgonetas de tamaño compacto que se han tintado o disfrazado de turismos. Los largos sedanes o los monovolúmenes de Nueva York dejarán de existir en pro de estos nuevos diseños. Uno de tantos motivos será la reducción de la contaminación, aunque esto no resulte una razón de peso para parte de los involucrados.
Y claro, como nunca llueve a gusto de todos, ya no sólo es que la esencia se pierda, sino que los propios taxistas involucrados en el cambio han alzado su voz a un grito. No están de acuerdo con las características que presentan los tres finalistas. No creen en su fiabilidad. Además de llevar toda la vida conduciendo con gasolina y un cambio a diesel, mecánicas híbridas o motores eléctricos, pues como que no lo ven nada claro. Y, ¿quiénes somos nosotros para llevarles la contraria?
Pero aquí no queda la cosa, porque en la variedad está el gusto y eso deben pensar desde las asociaciones que no están, para nada, de acuerdo, con el hecho de homogenizar los modelos. A pesar de ello, la New York Taxi and Limousine Commission se pone al mundo por montera y sigue adelante con su plan. Un plan que se pretende establecer definitivamente a partir de 2014. Por lo que para ello, el modelo general debe ser seleccionado en el año que entra. 2011 será el comienzo de una nueva etapa en las calles de Nueva York.
Además, no podemos dejar pasar el hecho de que el fabricante que se lleve al gato al agua, tendrá entre sus manos uno de los contratos más jugosos de su vida. En sus manos permanecerá el derecho y la obligación de suministrar cientos de unidades anualmente. Lo que significa una cifra casi exacta de beneficios anuales y un marketing gratuito sin precedentes.
Sea quien sea el elegido, estaremos presentes ante la llegada de una nueva seña de identidad.
Vía | Autoblog.com