Quien más o quien menos conoce el Pontiac GTO. Fue el coche (se fabricó entre 1964 y 1974) considerado como el precursor de los Muscle car, una categoría mítica en Estados Unidos con auténticos mitos como el Ford Mustang, el Dodge Charger o el Chevrolet Camaro. Pocos recuerdan a unos de sus primeros competidores, el Oldsmobile 442.
La acogida del Pontiac GTO fue tal que se hizo casi obligatorio por parte del resto de marcas contar con algo así en sus catálogos. No es que la gente de Pontiac tuviese una idea brillante de la nada, ya que inicialmente se vendía como un paquete de equipamiento del Pontiac LeMans, pero dio con un nicho de mercado más que jugoso.
Los ejecutivos de Oldsmobile encargaron a los ingenieros John Beltz, Dale Smith y al ingeniero jefe de división Bob Dorshimer que desarrollara un rival del Pontiac GTO copiando su misma fórmual: tomar un automóvil mediano y meterle un motor grande.
Con el Oldsmobile Cutlass como tocaba elegir el propulsor. Su elección fue el B09 Police Apprehender Pursuit, un V8 de 5.400 cc con un árbol de levas de alto rendimiento, que generaba 314 CV a 5200 rpm y 447 Nm de par máximo, asociado a una transmisión manual Muncie de 4 velocidades. Se reforzó el chasis, se mejoraron frenos y filtro de aire y alguna que otra chuchería.
El primer Oldsmobile 442 no se llamaba así por la capacidad de su motor (5.400 cc son 330 pulgadas cúbicas), sino por su carburador de cuatro (4) gargantas, transmisión manual de cuatro (4) velocidades y escapes dobles (2). De ahí el 442.
Fueron rápidos, pues el coche se lanzó en 1964, pisándole los talones al GTO. Eso sí, sus cifras de ventas nunca llegaron a amenazaron al Pontiac GTO, ya convertido, apenas dos años después, en un modelo independiente tras haber nacido como un simple paquete opcional.
Eso sí las ventas del Oldsmobile 442 fueron lo suficientemente buenas como para recibir varias actulizaciones. Seis, en concreto y se mantuvo en producción de manera intermitente hasta 1991, en una serie de modelos muy diversa, que poco o nada tenía en común con el modelo de 1964 (hasta el significado oficial de «442» se cambió).
Quizá la versión más venerada fue la quinta generación del Oldsmobile 442. Presentado en 1985 y vendido hasta 1987, se basada en el popular Oldsmobile Cutlass Supreme. Equipaba el mismo motor LG8 V8 de 5.0 litros que el Oldsmobile Hurs, con cambios en árbol de levas, carburador, un sistema de doble escape y mayores soportes del bloque. Entregaba 187 CV y 332 Nm de par, si bien a partir de 1986 eran algo menos potentes ya que había cambiado el árbol de levas por otro menos agresivo, así como otros retoque que hacían que tuviese una compresión ligeramente menor.
En los tres años que estuvo en venta, apenas se despacharon 11.500 unidades. De ahí que los coleccionistas empiecen a interesarse por él. Y es que los coches de los años 80 parece que comienzan a aumentar su atractivo.
La unidad que ilustra este artículo es un Oldsmobile 442 de 1987 y lo hemos elegido porque está prácticamente nuevo (apenas 10.700 millas en su odómetro) y hasta 2018 estuvo en manos de su primer propietario. Esta equipado con el LG8 V8 de 5.0 litros acoplado a una transmisión automática de cuatro velocidades y ya cuenta con comodidades como aire acondicionado, dirección asistida, elevalunas eléctricos, control de crucero.
Si obviamos el consumo, podría hasta ser adecuado para usar a diario. A ver por cuánto lo venden en la subasta del próximo fin de semana.
Fuente: Mecum
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