Que el diésel es un combustible venido a menos no es ningún secreto. No por el cliente ni por las posibilidades que le puede otorgar, más bien porque ha sido demonizado por las autoridades y eso ha obligado que la mayoría de fabricantes dejen de trabajarlo. Tanto es el nivel de persecución que hay a su alrededor, que lo han prohibido en algunas gasolineras. Ha sucedido en una gran ciudad que busca restringir la circulación de vehículos diésel por sus calles, con la polémica que eso conlleva.
Hablamos de París, la capital de Francia y una de las localidades más estrictas con el tema del transporte. Ya ha adoptado algunas medidas polémicas como subir el precio del aparcamiento a los SUV pesados y ahora va directamente a por el diésel. Ha sido prohibida su venta en cuatro gasolineras de TotalEnergies situadas en los alrededores de París. Hay dos que están en Porte d’Aubervilliers con acceso a la circunvalación, otra en Issy-les-Moulineaux y la última en la Porte d’Orléans. El caso es que suponen alrededor de la mitad de la distribución de diésel en París.
Según algunas fuentes, estas estaciones de servicio recogen cerca de 750.000 repostajes de diésel al año. Por lo tanto, afrontan un descenso en su facturación ejemplar mientras que los políticos siguen con su cruzada contra los motores de combustión. En este caso es la alcaldesa, Anne Hidalgo, con su plan para combatir la contaminación de París, la que hizo la propuesta que fue aprobada por el consejo. Son cuatro gasolineras de las quince que abastecen la ciudad, pero las restantes también se verán afectadas próximamente.
Se hablar de una adopción progresiva que obligará a todos aquellos parisinos que sean propietarios de coches diésel a repostarlo fuera de su ciudad. Es una medida muy polémica y que se gana detractores, pero que responde a motivos de mejora del medio ambiente. Según las autoridades, hay que eliminar la micropartículas del diésel, que son muy nocivas y contribuyen en una contaminación del aire que causa unas 8.000 muertes al año.
Se trata de una medida anunciada hace ocho años y que se tenía que haber adoptado en verano, por lo que no aceptan críticas con respecto a los plazos. La medida de prohibir el diésel en estas gasolineras no solo afecta a los conductores particulares, sino también a los bomberos, servicios de emergencias, recogidas de residuos e incluso vehículos de correos…
Fuente: Le Parisien