El próximo Rover de Marte de la NASA tiene un nuevo nombre: Perseverance (Perseverancia). El nombre fue anunciado por Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misión Científica. Pero fue Alexander Mather, estudiante de séptimo curso en el instituto Lake Braddock de Virgina, Estados Unidos, quien realmente bautizó a la futura máquina de exploración marciana de entre más de 28.000 propuestas.
“La entrada de Alex capturó el espíritu de exploración”, dijo Zurbuchen. “Al igual que todas las misiones de exploración anteriores, nuestro vehículo va a enfrentar desafíos, y va a hacer descubrimientos sorprendentes. Ya ha superado muchos obstáculos para llevarnos al punto donde estamos hoy. Alex y sus compañeros de clase son la Generación Artemisa, y van a dar los siguientes pasos al espacio que conducen a Marte. Ese trabajo inspirador siempre requerirá perseverancia”.
Preparado para ser lanado al Planeta Rojo en julio de 2020, el nuevo título reemplazará el apodo actual del bot, Mars 2020, que ha sido el nombre no oficial del Rover durante gran parte de la última década. La misión del nuevo Rover Perseverance de la NASA en Marte es la de buscar signos pasados de vida y aprender más sobre la historia del planeta desde una perspectiva de hace miles de millones de años. También está destinado a ser el primer paso en una ambiciosa misión de dos partes que, algún día, devolverá muestras marcianas a la Tierra.
El Rover desenterrará partes de la superficie del planeta y dejará muestras que, con suerte, serán recogidas por otra nave espacial que sea capaz de transportar dichos materiales de regreso a nuestro mundo. La NASA todavía está a muchos años de crear y lanzar los vehículos necesarios para llevar esas muestras de regreso a nuestro planeta, pero al menos el Rover Perseverance habrá desenterrado algunas opciones para que la futura nave espacial pueda recuperarlas.
Cuando el Rover aterrice en febrero de 2021, lo hará en el cráter Jezero, un lago que existió hace 3.500 millones de años. El Perseverance se basará en los objetivos exploradores robóticos anteriores. Comenzará en áreas del mencionado cráter, donde buscará depósitos minerales y, quizás, incluso fósiles microscópicos. Además, la futura exploración humana, mediante la prueba de instrumentos, utilizará por primera vez un radar de penetración en el suelo, estudiar la ciencia del clima y convertir el dióxido de carbono en oxígeno.
Respecto al Rover en sí, es del tamaño de un coche casi cuadriculado: mide 3 metros de largo, 2,7 m de ancho y hasta 2,2 m de alto. Tiene seis ruedas para navegar por el complicado terreno marciano, y su carrocería oculta ordenadores y demás hardware necesario para la exploración. La temperatura se regula con la ayuda de calentadores internos y mucho aislamiento, mientras que la energía para moverse provendrá de un generador termoeléctrico de radioisótopos multimisión (MMRTG).
Para aterrizar, el Perseverance utilizará un paracaídas, un vehículo de descenso y una maniobra de aproximación llamada “skycrane”, que funciona así: después de que el vehículo viaje a una velocidad lo suficientemente lenta gracias al paracaídas, un escudo térmico se separa y la etapa de descenso se separa de la carcasa. Con cuatro motores orientables, en el descenso reduce la velocidad. Cuando se alcanza el valor de casi cero, el Rover se libera de una brida y un cordón umbilical que se utilizan para bajarlo al suelo.
“Somos una especie de exploradores, y nos encontraremos con muchos reveses en el camino a Marte. Sin embargo, podemos perseverar. Nosotros, no como nación sino como humanos, no nos rendiremos”, escribió Mather en su ensayo. Como ganador del gran premio del concurso, Mather tiene una invitación para volar a Cabo Cañaveral, Florida, para ver el lanzamiento del Rover encima de un cohete Atlas V este verano. No todos los días se puede ver un cohete despegar.
Como curiosidad, no es la primera vez que un estudiante pone nombre a un Rover. El primero que aterrizó en Marte en 1997 se llamaba Microrover Flight Experiment (Experimento de Vuelo Microrover) hasta que un estudiante de 12 años de Connecticut sugirió el nombre Sojourner, en honor a la abolicionista y activista por los derechos de las mujeres, Sojourner Truth. Los Rover de 2004 Spirit y Opportunity obtuvieron sus nombres de un estudiante de Arizona, y el más reciente de la agencia, Curiosity, recibió su apodo de un alumno de Kansas de 11 años.
Fuente: NASA
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