Hagamos un viaje al pasado, concretamente a 1950. Después de años difíciles tras la Segunda Guerra Mundial y los años turbulentos tras el conflicto, con limitaciones y restricciones también sobre las materias primas destinadas a la producción industrial, finalmente el clima económico cambió. Empresas como Peugeot respiraban un aire de confianza y esperanza renovadas, tantas que incluso planearon hacer algo inédito hasta entonces: fabricar untodoterreno para el ejército francés.
El Peugeot 203 llegó dos años antes, y estaba demostrando ser un gran éxito: hacerse con uno implicaban 12 meses de espera. El 203 derivó rápidamente en diferentes versiones, desde una berlina y un familiar, hasta una furgoneta, una pick-up, o los exclusivos coupé y descapotable. Parecía un modelo imparable. Sus atributos de fiabilidad y robustez no habían sido infundados, y las cualidades tradicionales los vehículos de la firma francesa también se sumaban a las muchas innovaciones introducidas, como las cámaras de combustión hemisféricas.
En este clima de euforia, se evaluó por lo tanto cómo aprovechar al máximo las cualidades del 203 diversificando aún más el producto. Así nació la idea de crear un derivado para mostrarlo al Estado Mayor del Ejército francés, que entre tanto buscaba reorganizarse con equipos distintos a los que dejaron los norteamericanos al final del conflicto. De hecho, Francia tuvo la necesidad de reiniciar la producción de vehículos militares en su territorio, como antes de la guerra, para volverse autónoma, liberándose por completo de los suministros de fuera.
En este contexto, un Peugeot 203 convenientemente modificado podría representar una buena base para desarrollar un vehículo ligero con tracción a las cuatro ruedas, como alternativa válida al Jeep Willys del País de las Oportunidades. En julio de 1950, el primer prototipo ya estaba listo para las primeras pruebas en campo abierto. Se bautizó inmediatamente como el 203 “Rurale”, y se hacía destacar por incluir un bloqueo de diferencial, una suspensión elevada y reforzada, ruedas de 16 pulgadas con cinco pernos de anclaje y neumáticos todoterreno.
La mecánica se basó en un nuevo motor derivado del que equipaba el 203, pero aumentando la cilindrada y la potencia. En sus prestaciones recordaba al Willys en el que se comparaba. Pero en 1954 se cerró el primer concurso para proveer al Ejército Francés con un vehículo 4×4 ligero. El Estado Mayor había llegado a un acuerdo con Delahaye, pero quedó patente que no cerraba las puertas a otros fabricantes. Un año después de la adjudicación, se empezó a hablar de un nuevo concurso, y Peugeot se mantuvo atenta a una posible nueva oportunidad.
El proyecto 203 Rural fue así mejorado y revisado en numerosos aspectos, y puesto que hacía pocos meses que se había lanzado al mercado la nueva berlina 403, que se situó en el mercado por encima del 203, el proyecto del nuevo modelo 4×4 recibió algunas de sus novedades. Los prototipos se pusieron a punto sobre el chasis del 403, que alojaba la nueva mecánica de 1.500 cc, mientras que tanto la carrocería como la transmisión se mantuvieron sin cambios. A primera vista, las dos versiones del 4×4, la 203 y la 403, parecían idénticas y era difícil distinguirlas.
Por ejemplo, la parrilla delantera del 403 4×4 tenía siete rejillas en lugar de las seis del 203 Rurale, así como dos agujeros en la sección inferior destinados a alojar las luces de posición. Esta última modificación fue necesaria a causa del cambio en la normativa de tráfico francesa de 1956, que imponía el montaje, en cualquier vehículo nuevo a la venta en Francia, de luces de posición delanteras. Para adaptarse a la nueva normativa, en los emplazamientos previstos en la parrilla del 403 4×4 se montaron las mismas luces de forma cónica que equipaba la berlina.
El Ejército repitió la misma decisión que en el anterior concurso en que se presentó el 203 Rurale. Peugeot presentó algunas unidades del 403 4×4 para su validación, pero los mandos militares lo rechazaron y prefirieron el proyecto presentado por Hotchkiss que, entre uno y otro concurso, se había fusionado con Delahaye en una nueva empresa conjunta. No era un proyecto innovador y no tenía nada que lo hiciese mejor que el coche de Peugeot, pero se basaba en la prolongación del acuerdo comercial firmado con Willys Overland referido a la importación de recambios para los Jeep que quedaron allí tras la II GM.
Con el nuevo acuerdo, la sociedad Willys Overland permitía que Hotchkinss fabricara muchos de esos componentes en suelo francés y obtuvo además la posibilidad de fabricar bajo licencia y en sus propias instalaciones francesas el famoso Jeep, bajo el nombre de Hotchkiss M 201. Esta decisión podría considerarse como una nueva decepción para Peugeot, pero, muy pronto, las tornas cambiaron. Como consecuencia de severas dificultades financieras, Hotchkiss-Delahaye fue puesta en venta y, posteriormente, comprada por la propia firma del león.
Por otra parte, si el proyecto de 4×4 ligero de Peugeot hubiera sido aceptado, lo más probable es que hubiera tenido problemas para atender la demanda. En tres años, el ejército pidió 9.330 vehículos a Delahaye. Los números, aunque no son altos si se comparan con un coche fabricado en serie, habrían requerido de un área adicional dedicada, siendo un modelo para ser montado casi a mano, ya que los lugares de producción de Peugeot estaban totalmente diseñados para responder a la realmente fuerte demanda de las diferentes versiones del 203.
De hecho, en sus 12 años de vida, se adjudicaron casi 700.000 ejemplares del 203. Por el contra, se construyeron 17 unidades de la serie 03 4×4, seis de ellas en versión 203 Rurale y 11 del 403 4×4. Algunas de estas unidades, las que no se enviaron al ejército para hacer las pruebas en los concursos, se quedaron en las instalaciones de la marca y se usaron para servicios internos de emergencias y bomberos. El 403 en su versión 4×4 obtuvo la homologación por parte de las autoridades para pasar de ser un simple prototipo para poder usarse en carretera.
Sin embargo, en este punto hay que matizar que aquellos coleccionistas que pudieran estar interesados en hacerse con uno de los rarísimos ejemplares existentes han de saber que son propiedad de Peugeot y que permanecen en el museo de Sochaux. Y aunque hace unos 25 años apareció en una revista especializada el anuncio de un particular que vendía una unidad del 203 4×4 equipada como servicio anti-incendios, se ignora la suerte que pudo correr ese vehículo.
Fuente: Peugeot
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