La Pikes Peak International Hill Climb, también denominada la Carrera hacia las Nubes (“Race to the Clouds”) es una de las más importantes citas anuales del automovilismo deportivo norteamericano y una inmejorable plataforma publicitaria para cualquier marca extranjera que quiera vender coches en aquel país.
Esta prueba es la segunda más antigua que se celebra en EE.UU. (tras las 500 Millas de Indianápolis) ya que su primera edición data de 1.916, habiéndose celebrado hasta la fecha un total de 90 ediciones (este año sería la número 91). Se desarrolla en las escarpadas montañas de Colorado sobre una antigua pista forestal de nada menos que 20 km de longitud (19.983 metros) y 156 curvas del más diverso tipo. La salida tiene lugar a 2.866 metros de altura, mientras que la llegada se ubica a 4.301 metros, lo que supone un desnivel total de 1.435 metros, con una pendiente media del 7% y una máxima del 10,5%.
Aprovechando el 25 aniversario de la victoria, en 1988, de Ari Vatanen con el Peugeot 405 T16 y el lanzamiento internacional del nuevo Peugeot 208, la marca francesa ha decidido volver a la mítica competición con un prototipo denominado Peugeot 208 T16 Pikes Peak, del que todavía no han trascendido imágenes e información técnica, pero que estéticamente no diferirá mucho del modelo empleado en la Peugeot 208 GTi Racing Experience o del Peugeot 208 Type R5 (que os mostramos en las imágenes adjuntas), aparte de la inclusión de numerosos apéndices aerodinámicos de grandes dimensiones con los que generar apoyo en el complicado trazado, otra cosa serán el tipo de motor y la transmisión empleadas. Aunque seguro, a no mucho tardar (se estima que a mediados de abril), se harán públicos todos los datos y tendremos imágenes y vídeos publicitando el reto.
De lo que no cabe duda es que en la firma francesa han decidido ir “a por todas” en esta prueba, pues han inscrito el vehículo en la clase Unlimited (prototipos) y han pedido “cedido” a Citroën (marca hermana del Grupo PSA) al 9 veces Campeón del Mundo de Rallyes, Sébastien Loeb, aparte de contar con el apoyo de firmas punteras como Total, Red Bull o Michelin. No tiene pinta de vayan a “pasearse”, ¿verdad?
Seguramente el próximo 30 de junio intentarán batir el record de la prueba, establecido en 9 minutos y 46,164 segundos el pasado año 2012 por el piloto californiano Rhys Millen a los mandos de un Hyundai Genesis Coupé de más de 700 CV de potencia, batiendo la anterior marca (la última realizada sobre el recorrido mixto tierra-asfalto) de Nobuhiro Tajima, a bordo del espectacular Suzuki SX4 de más de 1.000 CV de potencia, con un tiempo de 9 minutos y 51,278 segundos.
Aunque desde que se asfaltó completamente el recorrido, para la edición pasada, ya nunca será lo mismo, pues antes había que conjugar la adecuada puesta a punto del vehículo tanto para los tramos de tierra como para los de asfalto, eligiendo los neumáticos adecuados y no destruyéndolos en una u otra parte. Ahora estamos ante una “subida en cuesta” a lo bestia, pero toda ella transcurre por el mismo tipo de superficie. Aunque si alguien ha demostrado ser un maestro en tales circunstancias es Sébastien Loeb. ¿Logrará convertirse en el próximo “Rey de la Montaña”?
Mientras tanto, y como aperitivo, os dejamos con el conocido documental denominado «Climb Dance” donde el director francés Jean Louis Mourey nos muestra, en una impecable realización, la anteriormente comentada victoria lograda en 1.988 por Ari Vatanen a los mandos del Peugeot 405 Turbo 16 (justo un año después de la conseguida por Walter Röhrl pilotando el espectacular Audi Sport Quattro S1 Pikes Peak), que se repetiría por segunda vez un año después, esta vez a los mandos del piloto norteamericano Robby Unser.
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