Los coches venideros traerán más facilidades ¡eso está claro! La conducción autónoma esta a la orden del día y es que si hace unos días nos enterábamos del primer accidente provocado por el Google Car, ahora un estudio revela que la conducción autónoma podría tener efectos negativos para el tráfico.
Es cierto que este tipo de «coches fantásticos» que lo harán todo por nosotros, algo que nos encanta, provocará un aumento de coches en las calles, o así lo han compartido la Universidad de Leeds, Universidad de Washington, y el Laboratorio Nacional de Oak Ridge en un estudio publicado en la Parte A de Investigación de Transporte, donde han expresado la preocupación por el impacto de los vehículos autónomos en la demanda de energía en 2050 y apunta a un futuro mucho más complicado.
La teoría sugiere un sinfín de ventajas con los coches autónomos: mejora del flujo de tráfico, no habrá problemas con las plazas de aparcamiento, serán viables vehículos más ligeros, debido a los menores riesgos de accidentes… Lo que está en duda es que si todas esas ventajas harán que la gente deje de usar por ejemplo el transporte público. Un ejemplo: si una persona tiene por delante un trayecto de una hora, ya no es viaje que dé pereza debido al cansancio o el riesgo de accidente. Eso haría que la gente pudiese vivir más lejos de sus puestos de trabajo, lo que aumentaría el tiempo en el vehículo, los trayectos que recorriesen… y la todavíamayor expansión de las ciudades.
Los pasajeros, que podrían haber viajado con el AVE para un viaje más largo optarán por su propio vehículo de auto conducción que aporta más privacidad y comodidad. Ciertos grupos demográficos que no podrían conducir coches, como ancianos o discapacitados, en un futuro con los coches autónomos podrían. Al final, el fin de la conducción podría terminar fomentando un estilo de vida todavía más centrado en el coche, y a la larga una masificación de las carreteras.
Que todo el mundo viajara en sus coches autónomos pasaría en un futuro idílico en el que todo el mundo tuviera el capital para comprar un coche autónomo, pero la realidad es que no es así, en ‘x’ años seguirá existiendo la desigualdad de clases y no todo el mundo estará al alcance de este tipo de vehículos y por lo tanto en las carreteras coexistirán ambos tipos de coches, es decir, todas las ventajas que prevén que podrían facilitar los coches autónomos tendrán que esperar, y podría provocar un efecto negativo en las carreteras.
De lo que los estudiosos no tienen dudas es de que la conducción autónoma es algo inminente y en algunos países como Estados Unidos ya están tomando medidas para mejorar su red de carreteras… pero también hay quien piensa que muchas de ellas serán inservibles y podrán usarse los terrenos que ocupan para nuevas viviendas, colegios…
Por otro lado, Google como pionera en la auto conducción, quiere deshacerse de las partes del vehículo como el volante, o los pedales porque los consideran realmente peligrosos, como dice Urmson, “los seres humanos ebrios podrían intentar tomar el control del coche cuando no es seguro”. Para ello quieren promocionar la figura del ‘robot-taxi‘ un coche que disminuye el tiempo de espera y permite un servicio más rápido. Dice MacKenzie, profesor asistente del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de Washington, y uno de los co-autores del estudio: «Un coche que podría estar al alcance de todos y que permitiría un servicio para no hiciera falta tener un vehículo propio». Eso disminuiría esa temida masificación de coches en la carretera. «Si todo el mundo hace eso, entonces no hay necesidad de poseer su propio vehículo, al menos si vive en áreas urbanas o suburbanas con la densidad adecuada, ya que la mayoría de la población de Estados Unidos lo hace.»
Fuentes: Universidad de Leeds